RACISMO Y DEPORTE


42 es un film con un guión interesante, atrapante, sincero, progresista, directo, real, es decir, que sucedió de verdad, racista y humanitario al igual que un poco educativo. La introducción te narra la popular, lamentable y vergonzosa época del racismo, para situarte y al mismo tiempo, te presenta a Wendell Smith (André Holland) usando su voz en off para explicarte el relato, y a la vez puedas ver su comportamiento habitual, carácter, mentalidad, personalidad, trabajo y estilo de vida; y así sepas como te contara la historia. Además de forma muy gráfica y clara te dice que es una historia real. Cuando conoces por primera vez a Jackie Robinson (Chadwick Boseman, más conocido por su papel como T’Challa en Black Panther) te deja bien claro, que es una persona valiente, decidida, directa, sincera, que defiende sus derechos y el de los suyos, sin ceder bajo ningún concepto (pero encuentras tambien otras maneras de plantar cara: como por ejemplo no rebajarse a su nivel); para hacerse respetar, como debe ser. El guión ha construido a los personajes de tal forma, que odies a los racistas con todas tus ganas muy fácil y rápidamente. La situación se pone emocionante en pocos minutos, y luego va siendo más tensa pero atrayente por momentos; a nivel social las circunstancias van empeorando exponencialmente, hasta que llegan a su límite y mejoran bastante, pero no del todo. Casi imperceptiblemente el guión hace saltos temporales, para pasar a las partes realmente importantes del relato. De golpe y sin previo aviso la situación, se pone tremendamente trepidante. El guión posee momentos de antirracismo preciosos. Te explica que hasta la actualidad, en la vida real, no se ha vuelto a usar el número 42 en el béisbol, tras la muerte de Jackie Robinson, a modo de homenaje. Tiene un final feliz, reconciliador, prometedor, inspirador, deportivo, sincero, familiar y que te dice lo que paso con cada uno de los auténticos protagonistas de está historia (es decir los reales).

La interpretación de Chadwick Boseman y Harrison Ford es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tienen Chadwick Boseman y Harrison Ford, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.

Han vuelto, como de costumbre, a traducir el título de forma totalmente incorrecta; han hecho lo mismo que con Why Him? y Bad Neighbours, modificar y/o añadir palabras cuando no les corresponde hacerlo. La versión original se titula: 42, que traducido como se ve claramente sería exactamente lo mismo; pero en vez de eso y respetarlo, han decidido pasárselo por el forro y llamarla: 42: la verdadera historia de la leyenda del deporte. La segunda parte del título sobra, por eso es errónea la traducción; porque cambia el sentido y el significado del título. Con esto simplemente lo que consiguen es faltarle al respeto al trabajo del director y los guionistas por encontrar un título con el suficiente gancho, gracia, sentido y significado, como para resumir todo el film en pocas palabras sin desvelar nada y atraer al público. Se asignan responsabilidades que no les corresponden y se toman libertades innecesarias. Si quieres traducir el título, antes de meter la pata hasta el fondo, no lo traduzcas, déjalo como esta, no sería la primera vez que se hace: Taxi Driver, Tropic Thunder, Iron Man, Shame, Hancock, Cowboys & Aliens, Need for speed, Minority Report, Paul, Dallas Buyers Club, The Interview, Big Fish, Joy, Captain Fantastic, Prometheus, Alien Covenant, Up in the air, Don Verdean, Slumdog Millionare, Independece Day, Philadelphia, The Skeleton Twins, Warrior, Crazy Stupid Love y podría pasarme así durante días.

La película te transmite el mensaje de que en la vida hay personas con demasiado coraje. Gracias a Dios, existen personas antiracistas, en una sociedad racista. Hay gente que si no dejas las cosas bien claras y te plantas, se burlan y aprovechan de ti; de debe demostrar quién manda con una buena actitud (porque lo es todo). El comportamiento de algunos individuos, es tan vergonzoso y penoso, que sientes asco por dicho individuo, que ha cometido un acto de discriminación racial. A veces para ganar a un enemigo, no hay que utilizar la violencia, si no, la inteligencia, siendo más listo que él y poder dejarlo en ridículo. La sociedad vergonzosamente, tiene una terrible mentalidad discriminatoria hacia todo lo que es diferente; la sociedad pretende evolucionar, pero realmente con este penoso comportamiento: racista, xenófobo, machista, retrogrado, cavernícola y destructivo, lo único que está haciendo es ir hacia atrás; está involucionado (algo extremadamente estúpido). No todo el mundo es igual; por lo tanto, no todos los blancos son racistas. Uno puede aprender de sus errores. En ciertas ocasiones, es necesario, decirle cuatro cosas bien dichas a alguien, para bajarle los humos y pise de pies al suelo; pero en otras hay que mantener la calma y no decir nada, poniendo la otra mejilla. Algunas personas marcan la diferencia y cambian la historia. En la vida hay buenas personas, con un gran corazón, que defienden a aquellas que no se pueden defender. Puedes tener una idea completamente equivocada, sobre algo que has hecho.

Brian Helgeland utiliza los travellings in y los planos cerrados, para que el espectador se acerque aún más al personaje que te está enseñando en ese preciso instante.










                                                                     Nacho Miret










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