MATAR ANTES DE MORIR

3 days to kill es un film con un guion diferente, cautivador de manera intermitente y con secuencias cómicas y trepidantes a partes iguales. La introducción te muestra una situación a la que se enfrenta la CIA, te dice el nivel de alerta presentándote detalladamente al antagonista de toda esta historia que te están contando, y acto seguido te hacen conocer a Ethan Renner (Kevin Costner) de tal forma que veas su mentalidad, comportamiento habitual, actitud, personalidad, profesión y eficacia ejecutando su trabajo. Poco rato después descubres como le dan a Ethan Renner la peor noticia que se le puede dar a una persona, después de haber tenido un problema en el peor momento. El guion tiene un toque dramático para aportarle cierta seriedad, pero en la cantidad justa para que no se haga pesado, ni quieras llorar. El hecho de Ethan Renner tenga que compaginar continuamente su vida personal como padre, con la de sicario de la CIA, le aporta una especie de humor muy peculiar a cada momento. Posee ciertos gags graciosos, porque recurro al humor chorra o absurdo (es lo mismo): únicamente se trata de hacer reír a alguien con chorradas y/o cosas absurdas que si es necesario puedan llegar a ser ridículas. El guion usa el recurso de las falsas apariencias: básicamente consiste en hacerle creer al espectador una cosa, cuando en realidad es otra muy distinta y alejada de la auténtica; a modo de sketch para intentar arrancarte una risa. Tiene secuencias tan trepidantes que te provocaran un pequeño subidón de adrenalina; siempre y cuando seas un fanático de la acción, y disfrutes como un niño pequeño en una tienda de golosinas para él solo, viendo peleas, tiros, explosiones y muchísimos más en esta misma línea. También posee los típicos y clásicos momentos de padres e hijas; los más populares. La situación poco a poco se va volviendo más interesante. Tiene un final feliz, tremendamente familiar, sorprendente de manera previsible y revelador de forma sutil y subliminal.

Hay un pequeño detalle técnico, casi invisible, que si no prestas la suficiente atención y no eres observador, no lo veras y lo pasaras absolutamente por alto: Hay una secuencia que justo en un momento muy específico y determinado, la cámara se mueve de una manera demasiado sospechosa; hasta que te das cuenta, si te fijas muy bien, que no está hecho aposta. Es un leve movimiento de cámara involuntario causado posiblemente por un golpe, que se le escapa al operador de cámara, el director ni si quiera lo ve y el montador tampoco. Lo cual te hace pensar, en que estaban pensando para estar tan despistados los tres como para pasar por alto y no ver ese movimiento de cámara, causado claramente por un posible golpe del operador de cámara a dicho objeto.

La película transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. Hay cosas que no se pueden prever, por eso se les llaman imprevistos. No se puede ignorar a la familia, es de las cosas más importantes y fuertes en todo el Universo entero. A veces la violencia es necesaria para pararle los pies a alguien, ya que es el único lenguaje que entienden. Te puedes acabar haciendo “amigo” de quien menos te esperas.

McG utiliza planos muy cerrados, con un encuadre bastante poco común, en un momento demasiado poco habitual,  para en cierto modo, hacer destacar el film y diferenciarlo de los demás. Implicándose en el guion como todo buen director, logra hacerlo diferenciar de las demás películas del mismo estilo; haciendo que lo distinto no este solo en la estética sino también en el guion. Con minisecuencias consigue meterte dentro de la cabeza del personaje y puedas anticiparte a sus movimientos. 

                                                                      Nacho Miret