UN SECRETO MUY OSCURO


Moon es un film con un guion enigmático, psicológico, impactante, sorprendente y con un oscuro secreto bien guardado, que se va desvelando poco a poco y te dejara alucinando. La introducción te cuenta la situación en la que se encuentra el planeta tierra y como han llegado hasta ahí, enseñándote de manera clara y visual las medidas que se han tomado al respecto, junto con la voz en off del protagonista de la historia que te están contando. Cuando conoces a Sam Bell (Sam Rockwell) descubres la clase de persona que es, su mentalidad, comportamiento habitual, actitud y personalidad. De forma muy evidente el guion te muestra como Sam empieza a sufrir las consecuencias de pasar tanto tiempo solo y en la zona que le afecta. La paranoia va aumentando a medida que va avanzando el guion. Una de las especie de paranoias de Sam, es una paradoja temporal que se cruzan entre ellas, es como dos Universos paralelos mezclados en uno de solo. Luego descubres que no son líneas temporales lo que se mezcla, sino, que es otra cosa muy distinta, que desvela todo el misterio. Claramente es un Thriller psicológico de misterio. La situación se vuelve cada vez más intrigante. El misterio que rodea la película es tan espeluznante e inquietante, que te mantiene en vela constantemente y pegado a la pantalla sin querer perderte ningun detalle en absoluto. Cuando se desvela por completo la intriga continua y se aclara todo, resulta asombrosamente increíble, impactante aunque es previsible en cierto modo, logra sorprenderte. Tiene un final feliz, previsible aunque al mismo tiempo inesperado, reconciliador y revelador.

La interpretación de Sam Rockwell es interesante e impecable. No es tan fácil como parece, es muy difícil interpretar a varios personajes pero siendo el mismo, con una sola identidad pero con personalidades diferentes en algun detalle en concreto, que lo hace destacar y ser único. Es exactamente lo mismo que lo ocurrió a James McAvoy en Split (M. Night Shyamalan, 2016), al interpretar a un individuo            con veintitrés identidades en su interior; pero en este caso es una sola identidad en múltiples personajes. El gran peligro de estas interpretaciones, es que, corren un riesgo mayor a que si no sabes deshacerte del personaje, volver a la normalidad y ser tú mismo de nuevo, puedes acabar con serios problemas mentales y de identidad. Por eso les recomiendan a los actores ir al psicólogo muy a menudo: para evitar daños y problemas psicológicos.

El film transmite el mensaje de que la humanidad aún no ha aprendido que jugar a ser dios, no trae nada bueno; solo problemas, caos y muertes innecesarias que se podrían haber evitado. Las casualidades no existen: todo ocurre por una extraña, curiosa, misteriosa y desconocida razón en particular. Todo el mundo tiene secretos, algunos de ellos tarde o temprano acaban saliendo a la luz. En la vida existen sucesos sorprendentes e inesperados, que te pueden cambiar la vida radicalmente para siempre de tal manera única y que ni la reconozcas, pillándote absolutamente por sorpresa. Las grandes compañías empresariales, tiene oscuros secretos, que pueden llegar a convertirse en perversos; ni dudan, ni les importa jugar con la vida de persona inocentes. Te puedes acabar haciendo amigo de quien menos te esperas (sobretodo en este caso). Pasar tanto tiempo solo y aislado, no es bueno; es perjudicial para la salud mental de la persona (como se pudo apreciar en Passengers (Morten Tyldum, 2016) con Jim Preston (Chris Pratt)).

Duncan Jones utiliza el primer plano de una simple acción del personaje, para resaltar un estado de ánimo y mental; y el plano general cada vez que estamos en la superficie lunar, en el exterior, para magnificar y resaltar también la belleza del lugar y remarcar a la vez donde estamos.



                                                                      Nacho Miret



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