EL ASESINO


American Assassin es un film con un guion activo, dinámico, radicalista y tremendamente justiciero. La introducción te presenta a Mitch Rapp (Dylan O’Brien) junto a su prometida Katrina (Charlotte Vega) en uno de los momentos más felices de sus vidas; pero están a punto de vivir un trágico suceso que marcara y cambiara la vida de Mitch Rapp radicalmente para siempre, de manera demasiado drástica y dramática. Es demasiado evidente que Michael Rapp está lleno de ira y que necesita sacarla para desahogarse, lo que le ha convertido en una especie de justiciero; todo de se debe y origina en el acontecimiento que se ha visto en el inicio. Uno de los temas ocultos a simple vista en varias ocasiones son: Los Justicieros. Posee secuencias tan trepidantes que te causaran algun que otro subidón de adrenalina; siempre y cuando seas un fanático de la acción, y seas como un niño en una tienda de golosinas cuando veas peleas, tiros, explosiones y mucho más. En ciertas circunstancias la intensidad es tanta, que magnifica e incrementa la adrenalina que generan varias secuencias de acción provocando más subidones de adrenalina. Tiene un final feliz, un poco cómico, impactante y sorprendente, tanto que te pilla con la guardia bajada, y desprevenido por completo. Es un guion que promete mucho y no miente, le da al espectador lo que dice que le dará y mucho más, te mantiene pegado a la butaca y la pantalla; cumple su palabra.

Hay un par de detalles uno de ellos un poco curioso y que si no has visto la película adecuada lo pasaras completamente por alto y no lo veras en absoluto, el otro bastante llamativo y evidente e indiscutible: 1- Taylor Kitsch, que es el actor que interpreta y das vida a Ronny, alias fantasma: un ex-marine el cual ha perdido el norte, ha sido consumido por el rencor y le ha nublado el juicio. Pues bien, Taylor Kitsch dio vida a otro personaje idéntico en su pasado (otro ex–marine), incluso en su apariencia, es decir, los dos tienen el mismo corte de pelo, visten igual y casi el mismo tipo de afeitado; estoy hablando de Alex Hopper de Battleship (Peter Berg, 2012). Lo cual genera bastante confusión, porque el parecido entre ambos personajes interpretados por el mismo actor, es tan exacto e idéntico, que en vez de estar en American Assassin, te vas involuntariamente a Battleship. 2- En este film aparece el actor más encasillado del mundo: David Suchet, aunque es más conocido como el detective mundialmente conocido y creado por Agatha Christie: Hércules Poirot.

La película transmite el mensaje de que una de las peores cosas que se le puede hacer a un hombre, aparte de tocarle lo más sagrado para él, es robarle su venganza que por derecho legítimo le pertenece. Hay cosas que inevitablemente se convierten en personales y no se le puede hacer nada para evitarlo. Se tiene que vigilar con lo que se dice, te puedes delatar a ti mismo/a sin darte cuenta por decir una simple palabra o nombre. Las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. A veces para cumplir un objetivo, es necesario desobedecer y saltarse algunas normas.  

Michael Cuesta utiliza el primer plano muy cerrado, casi plano detalle, para intensificar un hecho, sentimiento, suceso, al mismo tiempo materializarlo y hacerlo claramente visible para el espectador, de forma indiscutible. También usa el plano subjetivo para meterte dentro de la cabeza del personaje, de manera rápida y eficaz, para poder sentir lo mismo que él/ella. 



                                                                      Nacho Miret



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