DINERO


Money Monster es un film con un guion completamente financiero, porque todo el rato habla de la economía y el dinero. La introducción te presenta a Lee Gates (George Clooney) de manera interesante, activa y dinámica. Te hace ver que sabe de lo que habla y que es un experto en economía porque antes estaba en Wall-Street. Al mostrar su comportamiento, mentalidad y actitud, descubres cuál es su opinión general sin decírtela directamente y como es él como persona. En cuestión de segundos la situación se vuelve realmente impactante, sorprendente y trágica. Pero no solo eso, sino que también se vuelve más tensa. Los acontecimientos van en crechendo, no solo en cuanto a la tensión, sino que a nivel global va aumentando cada vez más; va cuesta arriba y sin frenos, hasta llegar al final del todo; el fin es el único momento de calma y tranquilidad. La situación llega a ser tan surrealista que en ciertos momentos determinados, consigue ser absurdamente cómica. El guion te demuestra que Kyle Budwell (Jack O’Connell) es un chico listo aunque tome muy malas decisiones, con estudios, que entiende de economía y que no está para aguantar tonterías ni gilipolleces, después de lo que le ha ocurrido. El tema principal es: el dinero y las empresas que lo gestionan (específicamente grandes cantidades; es decir, las importantes). Utiliza el recurso de las falsas esperanzas: te hace creer, incluso te convence de que algo muy bueno está a punto de suceder, pero después ves que no es así (en cierto modo te miente). Poco a poco vas descubriendo información, que va dirigiendo el rumbo de la historia hacia un sitio u otro. Te va contando la verdad lentamente; es un guion con dos capas. El guion te habla de la corrupción, el fraude, la estafa y el encubrimiento. Se vuelve inevitablemente más interesante por momentos. Tiene un final feliz y divertido a su manera.

Hay un par de detalles sobre el guion que sin el conocimiento necesario, lo puedes llegar a pasar por alto; pero el otro es muy evidente pero resulta curioso y/o gracioso: 1- Hay diferentes clases de acción; no tiene por qué haber: disparos, explosiones, lucha y demás a diestro y siniestro, como por ejemplo: Transformers o Rambo, para que sea una película de acción. Dentro de cada uno de los géneros existen los subgéneros; en este caso se trata, de lo que yo llamo acción pasiva: es decir, el guion es relativamente “tranquilo”, pero posee un trasfondo trepidante que es lo que lo convierte en un film de acción. Lo mismo ocurre con The Equalizer (Antoine Fuqua, 2014). Estos géneros suelen ir acompañados de una constante intriga que al final del todo se resuelve. 2- El título de la película es el mismo que el del programa que presenta Lee Gates; es exactamente lo mismo que sucede con Argo.

El film transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. Hay gente que cuanto más tiene más quiere. La verdad siempre acaba saliendo a la luz. Existen muchas clases distintas de periodismo, incluso el que no lo parece. Los autenticos peces gordos tienen la manía y obsesión de mentir, ocultar información, ser egocéntricos y tener demasiados secretos. Los actos tienen consecuencias. Algunos individuos mienten más que hablan.

Jodie Foster usa el travelling hacia atrás, para materializar el alejamiento de los sucesos y que poco a poco el tema se va enfriando. Es un recurso perfecto para este mensaje que se quiere transmitir y además es bastante típico. También utiliza programas de televisión que posiblemente existan de verdad para sumarle importancia y darle el mismo toque informativo que le da Lee. 


                                                           
                                                                  Nacho Miret 


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