PEDRO ALMODÓVAR - CRÍTICA DOLOR Y GLORIA


Dolor y Gloria es un film con un guion sincero, directo, biográfico, incensurable, biográfico, interesante, atrapante, diferente, curioso, esclarecedor, educativo, moralista, personal y natural. La introducción te presenta de forma personal, tranquila, pacífica y sincera a Salvador Mallo (Antonio Banderas), de tal modo que veas su comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida, de manera bastante sutil. También te deja demasiado claro, que es una biografía y que Salvador Mallo en realidad es Pedro Almodóvar. Gracias a la voz en off de Salvador Mallo, hablando directamente contigo, logras empatizar más con él y entenderle a la perfección. Recurre mucho al flashback para contarte partes importantes sobre la vida de Salvador Mallo. Según va avanzando el relato, vas descubriendo el verdadero infierno que ha vivido Salvador Mallo (Pedro Almodóvar). La situación se pone progresivamente más interesante y emocionante de un modo pasivo-agresivo. A medida que transcurre la historia, van apareciendo los conocidos problemas que ha sufrido Almodóvar a lo largo de su vida. Las circunstancias se van complicando gradualmente. Cada detalle, diálogo y demás del guion, está pensado estratégicamente para conseguir que empatices por completo y lo más profundo posible con Salvador Mallo, logres ponerte en su piel y entrar dentro de la cabeza de Almodóvar. Con este guion, Pedro Almodóvar, ha expuesto su vida entera al escrutinio público. Tiene una parte moralista y aleccionadora, que según se va desarrollando el relato, va creciendo exponencialmente y adquiriendo más protagonismo. El guion te lleva a hacer un viaje al pasado y la vida de Pedro Almodóvar. No posee ningún tipo de censura, así que puedes prepararte para cualquier cosa. Tiene un final feliz, evolutivo, prospero, sincero, director, revelador, sorprendente, un poco impactante, pero de forma distinta a la habitual, curioso, seductor, reconciliador, te hace recordar que estás viendo una película, pero que sigue siendo una historia real, ves el rodaje de este film, sin dejar de ser la película, es decir, la película dentro de sí misma, como si fuera una especie de bucle, pero sin serlo. 

La interpretación de Antonio Banderas y Asier Etxeandia es magistral, impecable, sincera, auténtica, agradecida, magnífica, compleja y peligrosa; porque no es nada fácil interpretar a tantos personajes a la vez, puedes acabar con problemas psicológicos muy serios y reales. Pero ves que cada uno de los personajes que interpreta lo hace de forma impecable. Eliminando todo rastro de la anterior identidad y que la que hace no se vea afectada o alterada. Llega a un nivel su interpretación que logra ser espeluznante. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tienen Antonio Banderas y Asier Etxeandia, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador. No podía faltar el clásico movimiento de cabeza de Antonio Banderas.

El film te transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. En la vida ocurren cosas, que hacen que buenos amigos se separen durante mucho tiempo. No se puede guardar rencor toda la vida. Hay que saber perdonar y pedirlo también es igual de importante o más. Se deben hacer las paces con ciertas personas, para poder avanzar en la vida. La verdad tarde o temprano acaba saliendo a la luz, quieras o no; si es importante, saldrá de su escondite, porque hay sentimientos que no se pueden reprimir. Cuando uno se equivoca, el primer paso para solucionar el problema causado, es reconocerlo. Escribir ayuda a pasar página y parar la cabeza. A veces el pasado te alcanza, simplemente para cerrar algunos capítulos que quedaron abiertos. La vida está llena de sorpresas, algunas agradables y otras desagradables. Existen tantas enfermedades, trastornos y Síndromes, que tardarías varios meses en mencionarlos todos. 

Pedro Almodóvar logra una transición de cambio entre presente y pasado, absolutamente perfecta e imperceptible, al enlazar una misma acción hecha por dos personajes totalmente diferentes, con primeros planos de por medio. Ha construido un guion técnico un poco sistemático y esquemático, pero que es necesario, porque cada plano cumple su función pensada milimétricamente y con exactitud. Con el Jump Cut, acelera el proceso, hace una acción mucho más dinámica y le aporta cierta belleza estética casi invisible.



 Nacho Stars: 7





Nacho Miret




 

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