EL PODER DE LA PALABRA ESCRITA
Inkheart
es un film con un guion novelista, literario y puramente mágico. La introducción
te presenta a Mortimer, alias Mo (Brendan Fraser) y Resa (Siena Guillory) junto
a su hija, en una situación típicamente demasiado familiar; pero al mismo
tiempo te está contando una mágica historia que te hará conocer mucho mejor a
los protagonistas de están historia que te están contando, el tipo de película
que estás apunto de ver y la clase de relato que te van a contar. Luego el
guion te plantea la idea de que lo que te están explicando, es una historia
dentro de otra, es decir, el libro que busca Mo y que tanto ansia encontrar, es
lo que estás viendo; y te da ciertas pistas visuales; más adelante te lo
confirma pero es más complejo e imaginativo. Sin usar dialogo alguno, el guion
te dice que Mo ha descubierto su poder tras doce años. El guion hace un salto
temporal hacia delante para empezar con el desarrollo de la historia. La situación
se vuelve cada vez más interesante, intrigante y atrapante; a medida que avanza
los acontecimientos se van poniendo más emocionantes y trepidantes. De repente
el guion da un pequeño vuelco, al explicar que los poderes de los picos de oro,
son hereditarios, y que Maggie (Eliza Bernnett) tiene el mismo poder que su
padre. Posee algunas sorpresas que llegan a ser un poco impactantes, porque lo
que te muestra es algo completamente inesperado. El guion está repleto de
referencias literarias demasiado populares y conocidas por todo el mundo. Su
esencia te habla del poder de la palabra escrita. Tiene algunos pequeños gags
muy específicos, graciosos porque reflejan una realidad basada en una característica
de uno de los personajes. Tiene un final feliz para todos los personajes
principales, tremendamente familiar, conmovedor y reconciliador.
Hay un par de detalles,
uno de ellos si no te fijas bien y prestas la suficiente atención, mirando en
la dirección correcta, lo veras; y el otro, pasa muy desapercibido sino tienes
el conocimiento necesario a nivel histórico: 1- Los personajes y el relato
parecen plagiados de las historias de DC Cómics y Marvel: personas con poderes
(entre ellos, uno que puede crear y controlar el fuego, al igual que Phyros)
que similares a los mutantes. Parecen personajes inspirados en los superhéroes y
villanos; porque ves gente con poderes huyendo de otra; idéntico a los relatos
que se cuentan en los cómics de DC Cómics y Marvel. 2- El ejército de
Capricornio (Andy Serkis) es sospechosamente igual que el ejército Nazi: los
colores, el estilo de los uniformes, manera de liderar (la dictadura), la
maldad, la locura, etc… lo único diferente es el símbolo que les representa.
La interpretación de
Andy Serkis es buena e intensa, pero sobreactúa
físicamente y gesticula con la boca bastante más de la cuenta, es decir,
vocalmente es buen actor, pero corporalmente no. Por eso es mejor cuando simple
y solamente presta su voz al personaje, como en muchísimas ocasiones: Cesar (Rise of the Planet of the Apes, Rupert
Wyatt, 2011) (toda la saga), Gollum (The
Lord of the Rings, Peter Jackson) (toda la saga).
El film transmite el
mensaje de que el Kharma existe, tarde o temprano recoges lo que siembras; el
Kharma castiga y el Dharma recompensa. El amor mueve montañas. Las promesas
deben cumplirse y no romperlas nunca. Algunos secretos no son buenos
esconderlos, hay que compartirlos. En el mundo existen personas con dones
excepcionales y/o únicos, parecen sacados de las fantasía, peros son tan reales
como nosotros mismos. La fantasía es otra cosa muy distinta a lo que nos han
estado contando justo hasta ahora mismo.
Iain Softley utiliza
muy frecuentemente el plano subjetivo, para que así el espectador le sea más
fácil empatizar, entender y meterse en la piel del personaje. También usa el
desenfoque junto con la duplicación de la imagen, durante un breve periodo de
tiempo, para indicarte cuando los poderes de los picos de oro, han surgido
efecto.
Nacho Miret
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