UN MATRIMONIO TÁCTICO


 Keuroseu es una película policiaca militar, cómica, con unos giros de guión impactantes, graciosa y atrapante. La parte cómica está dotada de una simpleza tan sincera, que la hace ser enteramente efectiva, logrando que sueltes alguna carcajada de vez en cuando. Algo que actualmente es bastante dificil de conseguir. Recurre al humor chorra o absurdo (es lo mismo): Básicamente se trata de hacer reír o al menos intentarlo, mediante chorradas y/o cosas absurdas, normalmente demasiado simples y cuotidianas; pero con un enfoque mucho más humorístico. Con el contraste brusco de dos circunstancias completamente diferentes, contadas una al lado de la otra, logra crear una chiste funcional y potente. Posee algunos gags graciosos, porque reflejan una verdad, realidad, opinión y pensamiento, pero en una dirección mucho más cómica y divertida. Hace los típicos chistes de casados: mofarse de la pareja, los hábitos de cada uno, ridiculizándolos, y menospreciar el amor y el hecho de comprometerse. Y muy puntualmente emplea el humor Ácido: es muy parecido al del insulto, pero más generalizado (no solo personas, tambien eventos, acontecimientos sociales, noticias, adicciones de famosos o malas costumbres, etc….), es decir, es humor sin censura y muy arriesgado porque si lo haces mal te puede salir muy caro; por ejemplo: Seth MacFarlane, que es un genio de este humor. Tiene una ejecución de la narrativa impoluta y brillante. La hibridación de géneros está perfectamente equilibrada y con una transición suave y excelente. Mediante el flashback te cuenta partes importantes del pasado de Park Kang-moo (Hwang Jung-min), para que así puedas entenderle con total profundidad y empatizar más con él. El ritmo es constante y rápido en las secuencias de acción, pero el contraste es imperceptible y magistral. Está dotado de unos giros de guión, absolutamente invisibles; son de esos que cuando los ves, dices: Enserio, ¿que acaba de pasar?. Es un guión tan bien estructurado, que cada parte cumple su función de un modo muy efectivo, haciendo encajar todo perfectamente, gracias a la puesta en escena, la ejecución de la narrativa y la premisa. Está todo tan bien integrado, que consigue generarte la intriga, interés y adrenalina suficientes para mantenerte pegado a la pantalla hasta el final. Si eres de los que viven las películas, tendrás algún que otro subidón de adrenalina.   

La interpretación de Hwang Jung-min y Yum Jung-ah es inmersiva, creíble, agradecida, sincera y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Eliminando todo rastro de la anterior identidad y que la que hace no se vea afectada o alterada. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tienen Hwang Jung-min y Yum Jung-ah, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador. Lo peligroso de este nivel de entrega a la hora de interpretar, es que, si no sabes deshacerte del personaje y volver a ser tu otra vez, puedes tener graves y serios problemas mentales y de identidad. Por eso recomiendan que los actores vayan muy a menuda al psicólogo: para evitar daños y problemas mentales y de identidad. Aunque le ha faltado un poco (casi nada) para llegar a ser magistral y ser una interpretación buenísima. No hay la típica sobregesticulación, asiática, como por ejemplo en Golden Kamuy, que sí que hay. Y también se nota mucho como los actores han ayudado al guión, en vez de hacer todo el trabajo del guión, como es el caso de Detonantes, con Jessica Alba, donde todo el peso recae sobre ella.

Lee Myung Hoon ha construido un guión técnico relativamente esquemático, porque es diferente, siguiendo las pautas a su manera. Emplea la cámara lenta, de un modo bastante curioso, ya que en determinados momentos la emplea para hacer una secuencia más épica, pero en otras ocasiones, simplemente es porque estéticamente queda mejor; visualmente resulta cautivador, nada más. Utiliza los planos de una manera tan peculiar y única, que inevitablemente te llama la atención y te despierta más el interés. Por ejemplo, usa un plano subjetivo o un dron, en el momento donde no es costumbre, pero lo encaja de un modo sublime. La dirección de actores es simbiótica, acertada, impecable e inmersiva.    



Nacho Stars: 7,57


Nacho Miret




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