JUDÍOS Y NAZIS - CRÍTICA JOJO RABBIT


Jojo Rabbit es un film con un guion curioso, interesante, un cincuenta por ciento dramático, atrapante, bélico, histórico (aunque el relato no haya pasado de verdad, pero si algunos hechos contados en él), peculiar, insinuante, cómico, divertido (excepto por una escena), veraz, sin filtros, político, militar, un poco burlesco y esclarecedor. La introducción te presenta de forma personal, sincera, directa, curiosa y cómica a Jojo (Roman Griffin Davis); para que logres ver su comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida. También te deja demasiado claro que tipo de película será, cuál es su género dominante y que año trascurre la historia que están a punto de contarte. Se puede apreciar claramente (entre otras muchas cosas) el machismo tan descarado y vergonzoso que había en dicha época. De pronto, sutilmente y sin palabras, te dice que el amigo de Jojo que no se separa de él, Adolf Hitler (Taika Waititi) es imaginario, es decir, que no es real, solo lo puede ver y oír él. El guion se encarga personalmente de enseñarte el lavado de cerebro tan atrevido que protagonizo y dirigió el gobierno nazi, y las mentiras que empleo para hacerlo. Se puede ver abiertamente la transición de Jojo de nazi a antinazi; de “odiar” a los judíos a ayudarlos. La situación se va poniendo progresivamente más interesante e intensa. Te deja ver los dos bandos políticos que existían: Judíos y nazis; de un modo tenue, pero eficaz, te explica obviamente cuál es el bueno y cuál el malo, dándote razones de mucho peso. Usa como excusa a Jojo y Elsa (Thomasin McKenzie), para romper las barreras y que así los personajes cambien de opinión respecto al otro, en especial Jojo (es su entrada al cambio y la autorrevelación). Está perfectamente equilibrado, te muestra las partes buenas y malas a los mismos niveles; en ciertas ocasiones incluso con una simbiosis asombrosa. El misterio que rodea a Rosie (Scarlett Johansson) aunque previsible, va creciendo exponencialmente. De golpe y sin previo aviso, las circunstancias se complican drásticamente (luego siguen creciendo gradualmente); al mismo tiempo te revelan una verdad sorprendente: puede que el Capitán Klezendorf (Sam Rockwell), no sea un auténtico nazi; por haber ayudado a Jojo a esconder a Elsa, evitando que la descubran (más tarde se confirma que no es nazi, aunque no entiendes los motivos de sus otros actos como luchar en la guerra del bando de los nazis). Tiene ciertos gags un poco graciosos, porque recurre al humor de la repetición: Básicamente, funciona provocando la risa, repitiendo una determinada serie de veces una broma o chiste; pero si te pasas en la cantidad, causas el efecto contrario, convirtiéndolo en algo repetitivo, cargante y cansino; pero en esta vez, lo usa para demostrar lo insistente y cargante que puede llegar a ser algo, desde la burla. Así, sin más, te enseñan un terriblemente trágico suceso, que cambiará radicalmente para siempre la vida de Jojo, dándole un vuelco de trescientos sesenta grados, cambiándola por completo, haciéndola casi irreconocible. El guion te deja ver una amistad entre dos personas que, en esa época, no podían ser amigos, porque era peligroso a nivel público. Con el amigo imaginario de Jojo, hace visible el verdadero carácter, mentalidad y conducta del gobierno nazi, remarcando lo que ya sabes, para darle aún más importancia. Tiene un final feliz, reconciliador, amistoso, insinuante, prometedor, esperanzador, prospero, evolutivo, sincero y directo.

La interpretación de Sam Rockwell es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Sam Rockwell, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador. 

El film te transmite el mensaje de que algunas sociedades, gobiernos, gente y épocas, eran espantosamente machistas; un tiempo horrorosamente perdido. Hay experiencias que cambian tajantemente la vida de algunas personas para siempre. En ciertas ocasiones, para sobrevivir, te ves obligado/a a usar la violencia y/o amenazas. Te puedes acabar haciendo amigo de quien menos te esperas y del mono más inesperado. Todos tenemos secretos, algunos peores que los de otros. Hay que saber ver y apreciar el lado bueno, positivo y real de todas las cosas que nos rodean. No hay ninguna raza mejor, todos somos iguales, solamente existen personas a las que se les da mejor algunas cosas que a otras. A veces para proteger a alguien, debes mentirle a él o a otra persona, se las conoce como mentiras piadosas. Por desgracia, en el Universo, existen individuos tan malvados e inhumanos, que disfrutan, torturando y matando a toda clase de seres vivos inocentes e/o indefensos. Algunas experiencias te quitarán la venda de los ojos y harán ver la realidad. Las cosas se pueden torcer de la noche a la mañana, y/o en cuestión de segundos. Hay gente que tiene falsos ideales, para ocultar los de verdad, en ocasiones para sobrevivir.   

Taika Waititi con el Jump Cut agiliza una acción, dinamiza el ritmo de la secuencia, concentra varias acciones en un espacio de tiempo reducido y le aporta cierto atractivo estético a la película. El plano subjetivo te mete de lleno en situación, entendiendo perfectamente al personaje, metiéndote en su piel y generando un pequeño pero breve misterio. La cámara lenta le aporta más dramatismo al momento, mientras te muestra los horrores de la guerra. Con secuencias muy cortas, Jump cuts, solo enseñar una acción y hacer lo mismo con el sonido (a lo Guy Ritchie), aún le otorga más dinamismo y belleza estética.




Nacho Stars: 8



Nacho Miret



 


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