sábado, 8 de septiembre de 2018

ES REAL



Pete’s Dragon es un film con un guión emocionante, atrapante, cautivador, tremendamente familiar y con algún que otro pequeño fallo. La introducción te presenta a una familia cuyo hijo parece ser muy inteligente a su manera, que sufre un trágico y desafortunado acontecimiento, que le cambiara la vida radicalmente para siempre. Ese triste suceso le permitirá tener una experiencia espectacular, que parece improbable; pero que en realidad, demasiado pocas personas han vivido lo mismo que él (en la vida real, muy escasas; puede parecer mentira o ficción pero es totalmente cierto). Después de la presentación el guión hace un salto temporal hacia delante, de seis años, para contarte otra parte importante de la historia que te están explicando. Mediante la voz en off de Meacham (Robert Redford) te dice un relato referente a un Dragón que vive en un bosque cerca del pueblo donde vive. De repente ves que Elliot (el Dragón) se le da increíblemente bien esconderse; en parte gracias al color de su pelo y la otra parte a que tiene la capacidad de volverse invisible. Sutilmente el guión te cuenta que Elliot encuentra a faltar a su familia; casi a punto de acabar ya te lo dice más claro, al mismo tiempo que te explica otra cosa. Como de costumbre, la Disney ha hecho de las suyas, metiéndole mano al guión, como hace siempre: lo ha transformado en algo tan familiar y apto para niños que inevitablemente sabes que todo saldrá bien de algun modo u otro; porque en las películas de la Disney familiar para niños, no puede acabar mal, ni ser violentas, como los adultos sabemos (sangre y demás); esa es la principal razón por la cual Elliot no se come a nadie, en especial al villano de turno; por mucho que se lo merezca. Posee los habituales momentos tensos y también dramáticos típicos de esta clase de films. Tiene un momento muy emotivo, cuando ves a Elliot triste. La situación es cada vez más emocionante y trepidante. Muy rápidamente el guión te muestra quien será el clásico antagonista en esta historia. Algunos de los momentos del guión son demasiado predecibles. Tiene un final feliz a más no poder, puramente familiar, reconciliador, revelador, intenso, sensible, emotivo y muy precioso.

Hay un detalle que se ve muy brevemente, pero sino prestas la suficiente atención, fijándote bien, no lo verás y lo pasarás completamente por alto: Cuando Elliot (el Dragón) hace un movimiento muy concreto, que desencadena en otro, descubres que han convertido al Dragón, en una especie de perro gigantesco; algo absolutamente decepcionante, falso e irrespetuoso. El Dragón por norma general desconfía del ser humano (por la naturaleza que nos caracteriza), es un reptil, que solo puede confiar en un grupo de personas muy reducido y exclusivo; sabe luchar, defenderse y protege su territorio de la forma que sea necesaria con tal de ahuyentar al enemigo o acabar con la amenaza, solo es agresivo cuando lo acorralan, atacan o entran en su casa. No es en absoluto dócil, ni amaestrable, pero puede llegar a ser amigable.

La película te transmite el mensaje de que En el mundo existen criaturas espirituales (acostumbramos a llamarlas: Criaturas Mitológicas, aunque no es su nombre auténtico). Las puedes ver siempre y cuando las respetes, estés abierto de mente y alma al mundo espiritual, dejando de lado el escepticismo y la lógica. Hay que aceptar que en el Universo existen cosas que no tienen lógica alguna porque son así. Que no lo veas no significa que no sea real (el aire no lo ves y sabes que existe). Es creer para ver, no ver para creer, la gente suele decirlo mal y al revés. La magia es tan real como el aire que respiramos, pero no es la que conocemos, su verdadero nombre por la que se la conoce es: el mundo espiritual. Simplemente hay que abrirse de mente y alma, para poder disfrutar de él, dejando fluir la energía que te envuelve. El Kharma existe: recoges lo que siembras; el Kharma castiga y el Dharma recompensa. El ser humano por naturaleza es destructivo y primitivo; por lo tanto destruye, tortura, experimenta y mata todo lo que toca; lo más lamentable y vergonzoso que es nuestra naturaleza. Hay que saber elegir bien para poder decidir qué es lo correcto; a veces no es lo que esperan que hagas, sino, lo que te hace más feliz, a ti y a los que te rodean. En el mundo hay personas que crean vínculos únicos, especiales y excepcionales, con animales y otros seres vivos (como las criaturas espirituales). Normalmente cuando amas algo realmente des de lo más profundo de tu corazón, es mejor dejarlo “libre”; en este caso cada uno con los de su especie.

David Lowery utiliza la cámara lenta para acentuar un incidente y darle más importancia, porque debe tenerla. Usa el libro de Peter (Oakes Feagley) para lanzar mensajes subliminales  a través del guión. También utiliza el plano subjetivo para que te pongas en la piel del personaje (un tipo de plano que no se acostumbra a usar mucho).




                                                                     
                                                                          Nacho Miret




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