EL REINO DE LA MENTIRA
El Reino es
un film con un guión tremendamente político, siniestro, oscuro, misterioso,
corruptivo y realista pero de una forma peculiar pero sincera. La introducción te
presenta a Manuel López-Vidal (Antonio de la Torre) de manera dinámica, fluida,
continua, artísticamente atractiva; justo después conoces al resto de los
personajes que estarán implicados en la trama principal de la película, que
serán los mismos que crean el conflicto necesario en el guión. También te
cuenta una situación secreta, que la más enterrada solo la saben dos personajes:
Manuel López-Vidal y José Luis Frías (Josep María Pou). El tema principal es la
corrupción política a gran escala. Posee un paralelismo con la realidad que
habita actualmente en la vida real, asombrosamente idéntico, pero hay que saber
verlo con el conocimiento necesario. Es un Thriller en toda regla; hasta tal
punto que te hace temblar de los nervios que pasas viendo y escuchando la
historia que te están contando. La situación se enturbia y se va complicando
cada vez más, según va avanzando el relato. Existen momento que recuerdan
demasiado a The Wolf of Wall Street
(Martin Scorsese, 2013), The Ides of March (George Clooney, 2011),
Snowden (Oliver Stone, 2016) y The Fifth Estate (Bill Condon, 2013); el guión parece una especie de mezcla
de los films mencionados anteriormente. Te da pequeñas pistas casi
imperceptibles, que te hacen intuir lo está y/o pasará. Posee circunstancias de
tanta tensión que logra provocar que tengas el corazón en un puño; otros (la
gran mayoría) son demasiado predecibles y un en particular te hace cogerle
manía a la policía. El guión te deja bien claro e indiscutiblemente que Manuel
López-Vidal es una persona vengativa y que hará lo que haga falta para cumplir
su venganza. El cincuenta por ciento del guión parece un videoclip, porque
depende y recurre demasiado a la banda sonora. Dice que en el mundo de la política
cuando hay un escándalo, los amigos desaparecen y se manipulan las pruebas que
hagan falta, para salvarse a uno mismo, traicionando a todo el mundo sin
importar quien sea. Tiene un trasfondo muy sutil diferente al tema principal,
oculto a plena vista. Posee un susto muy fuerte y potente. El guión te enseña
el estilo de vida derrochador que llevan los políticos corruptos. Tiene un
final con un enfrentamiento titánico, intenso, que saca la verdad personal a la
luz, filosófico de forma distinta a la habitual, abierto, es decir, deja una pregunta
sin respuesta.
La interpretación de
Luis Zahera es excepcional, camaleónica, única, espectacular; que te demuestra
lo buen actor que es. Logra atravesar la pantalla y hacer que sientas con la
misma o mayor intensidad que él (llegando hasta lo más profundo de tu ser) lo
mismo que su personaje. Su entrega con el papel es de en cuerpo, mente y alma,
del dos mil por ciento. Borra todo rastro de su identidad como actor y se
transforma por completo en su personaje, hasta el más minúsculo e
insignificante detalle; para que así, conseguir captar toda la esencia del
personaje que está interpretando. Lo peligroso de este nivel de entrega a la
hora de interpretar, es que si no sabes deshacerte del personaje y volver a ser tu otra vez, puedes tener graves y
serios problemas mentales y de identidad. Por eso recomiendan que los actores
vayan muy a menuda al psicólogo: para evitar daños y problemas mentales y de
identidad.
Hay un detalle que si no
te fijas bien y prestas la suficiente atención, mirando en el lugar adecuado no
lo verás y lo pasarás completamente por alto: En una de las secuencias en las
que Manuel López-Vidal está hablando con unos de sus compañeros del partido, el
cámara hace un travelling para cambiar de actor y hacer el contraplano de
manera seguida y sin cortes; pues en ese preciso instante se nota como el
cámara anda, lo cual causa que veas al cámara, algo que no debería suceder.
La película transmite
el mensaje de que a los políticos se les da realmente bien, siendo unos
absolutos expertos en: mentir, intimidar, extorsionar, esconder información,
presionar a las personas para que hagan cosas que no quieren hacer, obrara
espaldas del pueblo y a ves incluso de los suyos. La corrupción está en todos
lados, hasta en lugares más altos y oscuros del gobierno. A los amigos hay que
cuidarlos, protegerlos y ayudarlos, no chivarse de ellos vendiéndolos al
primero que pase; eso no son amigos de verdad. El paripé está a la orden del
día. En el mundo de la política las puñaladas
por la espalda y a la cara, es algo que ocurre con mucha frecuencia, es algo muy normal y habitual. La gente te
tratará como la trates a ella. Si juegas con fuego te quemas. En el mundo hay
gente que cuando amenaza van enserio, y cumplen su amenaza. La información es
poder. La familia es lo primero, más importante, precioso, valioso y fuerte de
todo el Universo. La venganza a veces es necesaria y siempre sienta muy bien. Cuando
uno está cabreado y va a por todas, se lleva a todo el mundo por delante.
Rodrigo Sorgoyen utiliza el plano secuencia al
inicio y la steady cam para aportarle cierto atractivo y dinamismo al film. Con
algunos tipos de planos te da mensajes subliminales. Usa unos cortes demasiado
bruscos en los cambios de secuencia. Con los Jump Cuts consigue magnifica y aumentar
aún más le tensión que ya existe. Con el plano subjetivo logra que te metas de
lleno en la cabeza del personaje. Los políticos son unos ladrones.
Nacho Miret
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