GUERRA BRITANICA


Dunkirk es un film con un guion absolutamente bélico, extremista (que no para de irse de un extremo a otro), peculiarmente tranquilo y tenso al mismo tiempo, a veces exactamente incluso también el momento. La introducción te cuenta una terrible situación de peligro y bélica. Te muestra el género y la línea que va a seguir la película, y te hace ver con demasiada claridad, cada uno de los dos bandos que hay en esta guerra, para que puedas elegir un obvio y evidente bando a la vez que sabes quienes son los malos. Poco a poco vas descubriendo, quien es el principal protagonista de esta historia que te están contando. A medida que avanza el guion, te vas enterando, que en cierto modo Tommy (Fionn Whitehead) es un chico con “suerte”, porque todo el rato cuando está a punto de morir, consigue escapar de la muerte por los pelos. Es un guion muy poco elocuente, hay más acciones que diálogos. Puedes ver secuencias enteras donde no se pronuncia una sola palabra, una o dos como mínimo y máximo cuatro o cinco. Al parecer el guion está dividido en una especie de capítulos, que te los marca con títulos superpuestos en la imágenes que te enseña en ese preciso momento; lo que pasa que no se entiende el significado ni la razón de la duración que se pone justo debajo. En algunos momentos, hace visible que el orden cronológico está mezclado, es decir, que no sigue una línea temporal continua y seguida; lo cual causa cierta confusión  y desorientación. A nivel metafórico ha convertido la playa en un infierno: un lugar plagado de muerte del que no tiene ninguna escapatoria alguna. El guion hace que ciertos personajes específicos, se vayan uniendo formando una especie de equipo, debido a la manera de pensar tan similar. Te va contando varias historias de diferentes soldados, simultánea y paralelamente. Es un guion con un principio que explica un relato ya empezado hace bastante rato. Vas viendo que Farrier (Tom Hardy) es un auténtico héroe. Tiene un final feliz, con una parte previsibles aunque muy poco agradable.

Hay un detalle que solo es llamativo dependiendo de la perspectiva, pero que no es muy importante, pero de un moco peculiar: curioso: En todo el film, tratándose de una película de estas magnitudes y tan conocida, solo aparecen tres superestrellas de Hollywood demasiado famosas, tanto que es imposible no reconocerlas (habían creado expectativas de que habrían más: Ton Hardy, Cillian Murphy y Kenneth Branagh. Además dos de ellas es la segunda vez que coinciden juntas en un film de Christopher Nolan; la primera vez fue en Inception.

La película transmite el mensaje de que quien la sigue la consigue. Hay experiencias en la vida que transforman radicalmente para siempre a la vida de una persona. A veces la culpabilidad te hacer ver los problemas que has cometido. Aunque no lo veas, no significa que no esté ahí. Algunos periódicos mientan un poco, y otros demasiado. Nunca se sabe quién puede estar escuchando.   

Christopher Nolan utiliza el plano general con unos mástiles a modo de remarcar el encuadre. Por mucho que te estrujes el cerebro, no consigues ver con claridad, el significado de dicho plano. También usa el plano subjetivo para meterte en situación; aunque lo utiliza con demasiada frecuencia y facilidad, además de por cualquier cosa, aunque no tenga sentido.



                                                         
                                                                   Nacho Miret



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