DE TAL PALO TAL ASTILLA
Blood Father
es un film con un guion criminal, fuera de la ley y con buenas secuencias de
acción. La introducción te presenta a un grupo de personajes cometiendo un acto
sospechosa y obviamente criminal; al mismo tiempo te deja bien claro quién es
el líder, mostrándote su mentalidad, actitud, comportamiento habitual, carácter
y modo de controlar a la gente que le rodea. Te dice que uno de esos personajes
tiene sus dudas, lo cual te hace conseguir ver su conciencia. El guion tiene
esos típico momentos con muchos peligro de por medio, pero que no llegan a
tener la intensidad necesaria para inquietarte y agobiarte; solo sientes
molestia e incomodidad. La situación se va complicando y volviendo más
trepidante cada vez un poco más. Cuando conoces a Johnny Link (Mel Gibson) por
primera vez, descubres que es un ex-presidiario, ex –alcohólico, con una
ex-mujer y una hija perdida, con una pinta de tío duro que no puede con ella,
sin pelos en la lengua, directo, sincero y que lo que no le pase a él, no le
pasa a nadie. El guion te cuenta que Johnny Link era un motero perteneciente
una banda criminal de moteros, enviado a prisión por proteger a sus antiguos
compañeros; cuyo pasado le ha servido para adquirir experiencia, conocimiento;
y Lydia (Erin Moriarty) es una chica lista y con estudios pero desafortunada.
Es una evidente Road Movie: donde los protagonistas emprenden un viaje por
carretera que les cambiara la vida radicalmente para siempre. Tiene un final
dramático, con una parte Kharmica que te hará reír un poco (sobretodo si eres
una persona vengativa).
Hay un detalle que si
no prestas la suficiente atención y escuchas bien, no lo veras y lo pasaras
absolutamente por alto convirtiéndose en algo completamente invisible para el
oído humano: En la secuencia en la que Lydia está jugando al Pinball, la
popular máquina hacer unos ruidos, que si los escuchas atentamente con el oído
correcto, se oye de manera camuflada, una pequeñísima parte del himno
estadounidense. Lo cual te hace pensar y ver que es un mensaje oculto a plena
vista, puesto ahí por alguna razón muy concreta y visible si eres un aficionado
a los mensajes ocultos.
La película transmite
el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa,
curiosa, extraña y desconocida razón en particular. El Kharma es tan real como
el aire que respiramos: recoges lo que siembras: el Kharma castiga y el Dharma
recompensa. En el mundo existen personas que te hacen pisar de pies al suelo y
ver la realidad en cuestión de segundos. Si le tocas lo más sagrado para un
hombre, da por seguro que eres hombre muerto de algun modo u otro. Algunos
estilos de vida es mejor dejarlos atrás y crecer como persona. La información
es poder. Normalmente los hijos se parecen a los padres; algunos de ellos
repiten patrones.
Jean-François Richet utiliza los planos, pasando
de plano entero a primer plano acercándose cada vez más pero con suavidad, al
actor, para expresar, manifestar, materializar y visualizar la cercanía que hay
en cierto momento entre dos personajes muy específicos de forma muy visibles.
Nacho Miret
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