POLICIA O NO POLICIA - CRÍTICA SUPER AGENTE MAKEY
Superagente Makey es un film con un guion veraz, sin filtros, cómico, divertido, tardíamente gracioso, burlesco, paródico, distintamente atrayente y atrapante, campechano, criminal, policiaco, detectivesco, emulador, familiar (porque es uno de los temas que trata) y esclarecedor. Recurre al humor chorra o absurdo (es lo mismo): Básicamente, se trata de hacer reír mediante chorradas y/o cosas absurdas, normalmente demasiado simples y cuotidianas; pero con un enfoque mucho más divertido y gracioso. Posee algunos gags graciosos, porque reflejan una verdad, realidad, opinión y pensamiento, pero en una dirección mucho más cómica y divertida. La gracia de los sketches va aumentando gradualmente, lo que provoca que el nivel humorístico, suba un escalafón más y mejore. Emplea el humor de la torpeza (únicamente se trata de enseñar lo torpe que es alguien, poniéndolo en simple y normales accidentes) para hacer reír al espectador de una forma muy eficaz. Ciertos gags son divertidos y graciosos, por dentro, porque se mofa de varias cosas, entre ellas: la obra de mano barata en España, que es muy chapucera. Debido a la simpleza del humor, ciertos sketches de la segunda parte, son bastante graciosos. La introducción te presenta de forma cómica, personal, de mofa, ensoñecedora, sincera y directa a Makey (Leo Harlem); para que veas su comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida. También te deja demasiado claro el tipo de película que será y cuál es su género dominante. El guion hace que el sueño persona y profesional de Makey, sean bastante transparentes, lo ves con demasiada claridad. De pronto ves el primer punto de inflexión (a mitad de la historia aparecerá el segundo) y el incidente desencadenante, que en este caso vienen a ser lo mismo, que hará que Makey se replante su vida por encima, es decir, que en el segundo punto de inflexión se la replanteara en serio y a fondo, escudriñando cada rincón de su vida y persona. Las circunstancias se van complicando exponencialmente. Es demasiado evidente, que algunos sucesos, ocurren para hacer que el protagonista, conozca a quien sea necesario, para cumplir sus objetivos, la trama avance y él evolucione como persona; es decir, que la estructura del guion es demasiado visible. Aunque intuyes la razón (que el trabajo tuvo la culpa), sientes interés por saber por qué Lola (María Sabaté) no quiere saber nada de su padre Jose Miguel, alias Makey. La situación se va poniendo progresivamente más interesante y emocionante; al principio de una manera muy lenta y hacia el final muy rápido. Willy (Jordi Sánchez) es la voz de la conciencia de Makey; su pepito grillo personal. El villano de turno (tanto el ruso como el español), cumple con todos los estereotipos existentes, es un cliché andante, y eso está demasiado visto ya; por lo que conoces todos sus movimientos pasados, presentes y futuros, sin que nadie te los diga, por lo tanto, es alguien demasiado previsible. Ciertos detalles del guion son demasiado predecibles. Tiene un final feliz, reconciliador, cómico, divertido, gracioso, prospero, evolutivo, trepidante, prometedor, esperanzador, transformador, revelador, burlesco, honorífico, imitador, familiar, amistoso y con las tomas falsas durante los créditos.
La interpretación de Leo Harlem es correcta, creíble, agradecida, verdadera y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Leo Harlem, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.
El film te transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. La profesión se lleva por dentro; hay gente que le apasiona de verdad su trabajo y lo estarían haciendo 24/7. Cuando haces lo que te gusta, no quieres dejar de hacerlo nunca (trabaja de lo que te gusta y no trabajaras nunca). Nunca subestimes a una persona, porque podrías llevarte una grata sorpresa y hacer bien algo que todo el mundo cree que hace mal. No puede centrarte solo en una cosa, descuidando todas las demás, porque te quedarás más solo que un agujero negro. La familia es una de las cosas más importantes, valiosas, fuertes, preciosas y necesarias del Universo entero, así que cuídala en vez de maltratarla. Algunas normas hay que saltárselas, para poder conseguir un bien mayor.
Alfonso Sánchez ha construido un guion técnico demasiado sistemático, esquemático y convencional.
Nacho Miret
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