IA - CRÍTICA MERCENARIOS DE ÉLITE
Hard Kill es un film con un guion criminal, militar, gubernamental, mercenario, enmascarador, esclarecedora, convencional, previsible, tecnológica, táctica, sincera, directa y distintamente atrapante. La introducción te presenta a un grupo de personajes en una situación de alerta y enfrentamiento; a continuación, a otro grupo, pero en unas circunstancias totalmente diferentes, pero igualmente tensas; en esta ocasión, para que conozcas al antagonista. De este modo descubres el comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida de cada uno. También te deja demasiado claro el tipo de película que será y cuál es su género dominante. De repente, la premisa del guion se vuelve tremendamente visible, indiscutible y típica: el bueno debe acabar con el malo, frustrar sus planes, salvar a la chica, y volver a hacer del mundo un lugar seguro. La situación se va poniendo progresivamente más interesante, emocionante e intrigante. Ciertos detalles del guion son demasiado predecibles. Las circunstancias se van complicando exponencialmente. El villano de turno, es un cliché andante que suelta frases ya muy gastadas, demasiado clásicas de los malos. Posee pequeños y breves picos de acción, que, por consiguiente, genera reducidos y cortos subidones en ciertas personas muy específicas. El primer error que suelen cometer esta clase antagonista, como el que te presentan en el relato, es: creerse que está por encima de sus rivales y después subestimarles. Según se va desarrollando la historia, vas recibiendo más información, y conociendo más detalles (que estaban ocultos) sobre la misión. De golpe, el antagonista, se pone hablar como un auténtico sectario religioso; solo le falta decir, amen hermanos, al final del diálogo. El noventa y ocho por ciento del film, está concentrado en un solo edificio y sus alrededores (un diámetro muy pequeño); ahí transcurre todo. Ocurre un trágico acontecimiento, respecto a uno de los personajes principales, que causará que se sume a la lista de razones, por las que el villano de turno debe morir. Más tarde, se desvela que el plan de nuestro antagonista, es un genocidio global, social, financiero, gubernamental, empresarial y profundo para cortar de raíz. Casi cerca del desenlace, descubres que lo que se ha visto al principio, ha sido un flashforward. Tiene un final “feliz”, reconciliador, previsible, veraz, sin filtros, justiciero, vengativo, Kharmico, con el clímax, intenso y trepidante.
Como de costumbre, han vuelto a traducir de forma incorrecta el título. En la versión original se titula: Hard Kill, que traducido significa: Duro/Difícil de matar; pero en vez de eso y respetarlo, han decidido pasárselo por el forro y llamarla: Mercenarios de élite. Con esto simplemente lo único que consiguen es faltarle al respeto al trabajo del director y los guionistas por encontrar un título con el suficiente gancho, gracia, sentido y significado para resumir toda la película en pocas palabras sin desvelar nada y atraer al público. Se toman libertades innecesarias y asignan responsabilidades que no les corresponden. Si quieres traducir el título, antes de meter la pata hasta el fondo, déjalo como está, no lo traduzcas, no sería la primera vez que se hace: Taxi Driver, Tropic Thunder, Iron Man, Shame, Hancock, Cowboys & Aliens, Need for speed, Minority Report, Paul, Dallas Buyers Club, The Interview, Big Fish, Joy, Captain Fantastic, Prometheus, Alien Covenant, Up in the air, Don Verdean, Slumdog Millionare, Independece Day, Philadelphia, The Skeleton Twins, Warrior, Crazy Stupid Love y podría pasarme así durante días.
La película te transmite el mensaje de que el Kharma existe: tarde o temprano recoges lo que siembras; el Kharma castiga y el Dharma recompensa. A veces en la vida hay que tomar decisiones demasiado difíciles, importantes y peligrosas, para poder cambiar el curso de la historia. Quien no arriesga, no gana. Algunas personas, obligatoriamente, deben cambiar de estilo de vida urgentemente, debido a una razón de mucho peso. Los padres hacen cualquier cosa y más por sus hijos/as. Determinados individuos, tienen la mente tan podrida y retorcida, que solo ven lo malo, son capaces de lo que sea; aunque eso implique hacer daño a inocentes. En ciertas ocasiones, es peor el remedio que la enfermedad. Todo el mundo tiene secretos, algunos peores que los de otros. A veces es necesario mentir, para lograr un bien mayor y justificado. Hay individuos que solo quieren ver arder el mundo. De alguna gente nunca te puedes fiar.
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