HOLMES - CRÍTICA ENOLA HOLMES

 

Enola Holmes es un film con un guion seductor, atrapante, misterioso, detectivesco, novelístico, inteligente, intrigante, moralista, diferente, veraz, sin filtros, esclarecedor, educativo, creativo, artístico, visualmente atrayente, prometedor, fiel, familiar y reivindicativo. La introducción te presenta a Enola Holmes (Millie Bobby Brown) de forma entretenida, distinta, personal, artística, creativa, sincera, directa, libre y con ella rompiendo la cuarta pared; para que veas su comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida. También te deja demasiado claro el tipo de película que será y cuál es su género dominante. La situación se va poniendo progresivamente más interesante e intrigante. El guion rompe la cuarta pared constantemente, con Enola Holmes hablando directamente con el espectador. Mediante el flashback, te cuenta partes de la vida de los personajes, necesarios para comprender mejor la historia y otorgarle imágenes a las palabras que se están pronunciando. La premisa del guion es demasiado inaudible, y según va creciendo, porque la trama avanza y se le añaden más detalles, dichas partes agregadas, también les ocurre lo mismo: encontrar a su madre, encontrar a Tewkesbury (Louis Partridge) y salvarlo, y como colofón, encontrar su propio camino. De pronto te presentan a un misterioso personaje, en la estación de tren, cuando Enola escapa, para buscar a su madre desaparecida, un personaje un tanto peculiar y/o curioso, que genera bastante intriga y no conocerás su identidad hasta que no llegue el desenlace. En cuanto Linthorn (Burn Gorman) (el misterioso personaje) entra en escena, empieza otra aventura y todo se vuelve aún más emocionante; la auténtica comienza cuando Enola se escapa de casa en busca de su madre. A medida que se desarrolla el relato, vas descubriendo, y siendo más irrebatible, que Enola Holmes, tiene el mismo ingenio, capacidad deductiva, de analizar y de observación que su hermano Sherlock Holmes (Henry Cavill); pero ella se anticipa a su hermano, ganándole en los casos. El misterio de la desaparición de Eudoria Holmes (Helena Bonham Carter) se va enturbiando exponencialmente y generando gradualmente más intriga. Con breves mini secuencias intercaladas en una escena, manifiesta un pensamiento, idea y/o plan de un personaje, al mismo tiempo que te mete dentro de su cabeza y usa esto mismo a modo de traductor del pensamiento, idea y/o plan. Remarca mucho la tremenda importancia de los pequeños detalles. Las circunstancias se van complicando escalonadamente. Hace un salto temporal de una simbiosis perfecta, mostrando al personaje (Enola Holmes) que ha crecido y se ha hecho mayor, tapándola primero cuando es una niña, así después cuando el Helena Bonham Carter se aparta, ya está en su posición Milly Bobby Brown; en la secuencia en que sus personajes están entrenando en combate. El guion enlaza acciones del final de una secuencia y el principio de la siguiente, para hacer la transición más suave y magnificar más sutilmente la acción y sentimiento del personaje. Poco a poco, todo el ambiente que rodea a Tewkesbury, se va volviendo más conspirador y misterioso, debido a los intentos de asesinato dirigidos hacia él, de la mano de Linthorn. Según trascurre la historia, Mycroft Holmes (Sam Clafin) se va convirtiendo en una especie de antagonista. Ciertos detalles del guion, muy específicos, son demasiado predecibles. Posee secuencias que causan algún que otro breve subidón de adrenalina. Tiene sorpresas, que refuerzan las hipótesis que vas creando a medida que avanza la historia. Pronto se desvela, al responsable detrás de mandar a Linthorn a intentar matar a Tewkesbury y por qué; no es quien pensabas, pero si eres perspicaz, lo verás venir, lo intuyes bastante tiempo antes y cuando lo revelan te lo confirma (tus sospechas). Habrá que hacer una corrección en el guion: Enola no ha resuelto el caso Tewkesbury, antes que Sherlock, simplemente se ha topado de bruces con la verdad y ha descubierto que estaba equivocada. El amor reprimido entre Enola Holmes y Tewkesbury, es demasiado obvio y visible. Tiene un final feliz, familiar, reconciliador, prospero, evolutivo, sincero, directo, amistoso, prometedor, esperanzador, que también rompe la cuarta pared, bonito, revelador, atrapante y atractivo.               

La interpretación de Millie Bobby Brown es correcta, creíble, agradecida, verdadera y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Millie Bobby Brown, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.

El film te transmite el mensaje de que suele pasar, de hermanos que no se parecen en nada entre sí mismos; en otros casos las similitudes son internas. Existen diferentes formas de educar a alguien, para conseguir algo en concreto. A veces hay que aceptar que el no querer encajar en la sociedad, ni ser un clon como el resto del planeta, para tener tu propio estilo, también es un método de educación muy eficaz, basado en la libertad. Ser diferente no es malo, al contrario, es precioso y necesario; la novedad se halla en la diferencia. Hay personas que reclaman la atención de determinados familiares, por ser los más afines a ellos/ellas; pero dichos familiares son incapaces/les cuesta demasiado reaccionar, la mayoría de veces. Los planes siempre cambian. Algunas personas te pueden dar increíbles sorpresas, como ser más inteligentes de lo que parecen. Los pequeños detalles en los que la gente no suele fijarse nunca, son más importantes de la gente se piensa y cree. La verdad tarde o temprano acaba saliendo a la luz, si es vital, lo hará. En este mundo, hay personas con una inteligencia tan espectacular, que abarca la genialidad. El roce hace el cariño.

Harry Bradbeer ha construido un guion muy sistemático, esquemático, convencional y emulador. En los flashbacks importantes, utiliza la cámara rápida y lenta, de manera idéntica de jugar con ella, a la Guy Ritchie; exactamente la misma (calcada). Con el corte a negro, separa el relato en dos capítulos. Con el plano secuencia te mete en la piel del personaje y te sumerge más en la historia que es para lo que se suele usar. Con el primer plano casi detalle, te da cierta información, apoyándose únicamente en la imagen. Con el corte a negro, de hace creer que ha sucedido algo, cuando ha ocurrido lo opuesto; crea una ilusión.

 

Nacho Stars: 6,30

 

Nacho Miret
 
 


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