EL NEGOCIO DE LA MEDICINA - CRÍTICA EL NEGOCIO DEL DOLOR
Pain Hustlers te muestra la cara oculta de los magnates farmacéuticos, como se lucran a base del dolor de gente inocente, dejando ver que para ellos las personas solo son cifras. Te narra la historia, basada en hechos reales, de Liza Drake (Emily Blunt), una mujer que se ha tenido que construir a sí misma, desde la nada, llegando a hacer cosas que detesta y vendiendo su alma al diablo, para poder luchar por sus sueños, tener un techo en el que vivir y poder llamar hogar. El guion, a lo largo de todo el relato, te formula una pregunta, que te da mucho que pensar: ¿Hasta dónde llegarías para cumplir tus sueños y tener un techo bajo el que poder vivir?. Cada detalle está planeado para contarte la verdad sobre un tema de vital importancia, guiándote el camino, cogiéndote de la mano, sin que te des cuenta, pero al mismo tiempo, en determinadas ocasiones te la suelta y te hace dudar, para hacerte ver que eres tú el que decide y no ellos los que te adoctrinan. Algo que inconscientemente sigues el mismo camino, porque te ponen suficientes pruebas con fundamentos, para que, con tus propios ojos y criterio, sepas ver la auténtica verdad y elijas sabiamente, sin ninguna clase de presión ni obligación. Es de esos guiones, que a medida que se va desarrollando la historia, va cogiendo más potencia, y vas mejorando cuanta más información te da y más te explica. Ya que es uno de esos relatos, tan interesantes, que desde el primer instante te enganchas, y quieres saber hasta el grupo sanguíneo de los personajes. Por si fuera poco, abarca un tema tan real, y que afecta a tantas personas, que resulta absolutamente inevitable, posicionarse hacia un bando obvio, empatizando a su vez con los afectados por las grandes compañías farmacéuticas. Ves ambos bandos, de la mano de Liza Drake, que es el hilo conductor de toda esta trama; llevándote desde el principio, pasando por la boca del lobo, cruzando por el infierno y llegando al gran clímax, donde indiscutiblemente, ya te has posicionado del bando de Liza, sintiendo lo mismo que ella, metiéndote en su piel y de llena la historia que la rodea. En este punto, ya da igual lo que te cuenten, porque ya sabes quienes son los verdaderos villanos, y quienes los “héroes”; por consiguiente, tu decisión ya está consolidada y es inamovible, debido a todas las pruebas que te ha entregado el guion. Cuando llegas al desenlace y solución de todo el conflicto, sientes un alivio brutal (hecho aposta, para empatizar más con los personajes), que aumenta el nivel del guion. Solo cabe añadir, que además han incluido una especie de entrevistas en blanco y negro, a los personajes de la historia, que, junto a la voz en off de Liza Drake a lo largo de todo el relato, se categoriza como otra forma de hacerte sumergir más en la historia, involucrándote y viviéndola, mediante estas dos formas recién mencionadas de romper la cuarta pared. Como manda la tradición de los films basados en hechos reales, cambian los nombres, pero en los créditos finales, después de aparecer el título de la película, aparece una secuencia con los nombres reales y el medicamento original que hay detrás de toda esta polémica que creo este film.
La interpretación de Emily
Blunt es magistral, totalmente acertada y equilibrada, ya que gracias ella, se
añade el plus, de que te ayuda a empatizar más con su personaje, entender por
lo que pasa, compadecerte y dejarte llevar por ella, en su misión de hilo
conductor. No puedo decir lo mismo de Chris Evans y Andy Garcia, porque Chris
Evans es un actor que interpreta bien, pero y siempre le acompaña este, pero,
solo da lo justo y un poco más, para que no le diga que da poco, siempre está
en su línea y ahí se mantiene por mucho tiempo. Andy Garcia es un actor que
vive estancado, el mismo tipo de personajes, mismo nivel interpretativo y de
ahí no sale; algo que se puede ver claramente como repercute en su carrera como
actor.
NACHO STARS: 8
Nacho Miret
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