BERNSTEIN - CRÍTICA MAESTRO
Maestro es una película que básicamente se centra en lo artístico, ya que te narra al detalle la vida de Leonard Bernstein (Bradley Cooper) un amante de la música que era compositor, director de orquesta y pianista, además de una persona con una sexualidad brutalmente abierta, que no la escondía, hasta que en determinado momento tuvo que aprender a ser discreto porque incluso le trajo múltiples problemas con su mujer Felicia Montealegre (Carey Mulligan); una mujer que tras llevar más de veinte años a su lado, se sacó un máster en paciencia y tuvo que aprender a escucharse a si misma, después de ver los amoríos de su marido con otros hombres y aun así la seguía amando; una relación algo compleja. Este guion está caracterizado por ser lento, pero no en cuanto a la trama, sino en que hagan efecto cada recurso, palabra y demás del guion puesto ahí para llegar al espectador. Posee unas elipsis temporales totalmente perfectas, rápidas y bien encajadas. Además, para introducir algunas de dichas elipsis, Bradley Cooper, recurre al viejo truco, de un personaje justo en medio, que sirve como excusa y anclaje para meter el corte, y como está ese personaje, en esa posición tan estratégica, el corte pasa completamente desapercibido. La trama está dividida en tres etapas, que son absolutamente qué visibles, debido a que con la dirección de fotografía se han encargado que diferenciarlas, mediante el: blanco y negro, una iluminación algo setentera más o menos y una más actual. Pero hasta esto, está hecho aposta, porque así se logra ver la clara evolución de los personajes y hacer una especie de homenaje a los films y sus producciones que se solían emitir en las épocas, en las que transcurre la parte de la historia en la que te estás fijando, en ese preciso instante. Al inicio, el guion te hace dudar de ciertos detalles que forman la personalidad de Leonard Bernstein; pero de un modo muy sutil, el guion te hace entender que eso forma parte de la estrategia. Han incluido momentos históricos cinematográfico, para hacer referencias y resaltar, desde el lugar en el que estamos (el cine), la importancia que tuvo Leonard Bernstein, ya que compuso la banda musical de West Side Story (Jerome Robbins y Robert Wise, 1961). Cada detalle está puesto y planeado estratégicamente para hacerte apreciar la maravilla que es la música, pero sin descuidar la cara oculta de Leonard Bernstein.
Las interpretaciones de Bradley
Cooper y Carey Mulligan, son tardías, ya que tardan, al igual que el guion, en
hacer efecto, pero cuando llegan, lo hacen tan potentes que te pilla desprevenido.
Puedes llegar a apreciar, lo buenas que son y el talento que tienen ambos
actores. Pero eso sí, tengo que destacar que, la que sobresale por encima de
todo, sin lugar a duda, es la de Bradley Cooper. Los cuales puedes ver los matices
de su espectacular y perfecta interpretación en un momento muy preciso, si eres
muy buen observador; porque si no, se te escapa y ya no lo vuelves a ver.
Bradley Cooper ha recreado y homenajeado el guion época, que predomina cada etapa de Leonard Bernstein, con solo con el etalonaje y la dirección de fotografía; si no que también como acabo de mencionar dividiendo el guion técnico y adaptándolo, encima lo encaja a la perfección y con fundamentos. Bradley Cooper es el hombre orquesta, porque dirige, escribe, actúa y produce sus proyectos y encima lo hace a la perfección; el hombre que está en todas partes, atento y responsable. Es como un reloj suizo.
NACHO STARS: 7,10
Nacho Miret
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