SUPERACIÓN PERSONAL Y DISCIPLINA
The Way Back es un film con un guion veraz, sin filtros, interesante, atrapante, transformador, curioso, personal, critico, esclarecedor, reivindicativo, educativo, humanitario, aleccionador y moralista. La introducción te presenta de forma íntima, sutil, visual, sincera, directa y laboral a Jack O’Cannigahn (Ben Affleck), para que conozcas a la perfección, su comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida. También te deja demasiado claro el tipo de película que será y cuál es su género dominante. Es más que evidente que Jack tiene o tenido (más tarde se revelara) y los intenta esconder con la bebida. Se apoya bastante en la imagen, para transmitirle el mensaje al espectador. En pocos minutos, la premisa del guion/conflicto/punto de inflexión/declaración del tema/debate se hace extremadamente visible e indiscutible: superación personal, vencer a los miedos, solucionar los problemas y no huir de ellos. La situación se va poniendo progresivamente más atrayente y emocionante. La vida le está dando muchas señales y oportunidades a Jack, para dejar la bebida, hasta que no llegas al minuto treinta y nueve; ves que esta desperdiciando y haciendo caso omiso. El punto de inflexión de Jack, va creciendo gradualmente y cogiendo cada vez más protagonismo; para que se dé cuenta de sus problemas e intente solucionarlos. Se puede apreciar claramente como Doc (Glynn Turman), ejerce de figura paterna para Jack, estando a su lado cuando más falta le hace, y evitando que cometa algun error más. Tiene pequeños toques cómicos, que le otorgan cierta distinción, y equilibran el guion en cuanto a tensión, sentimientos, profundidad, etc…. De un modo muy visual, te enseña, como el hecho de que Jack haga de entrenador de baloncesto, evita que beba y que pase tiempo en el bar, centrándose solamente en el baloncesto. Puedes ver perfectamente la evolución de Jack, gracias al incidente desencadenante: entrenar a un equipo de baloncesto. Pronto entiendes, que Jack empezó a beber, justo tras la muerte de su hijo Michael (causada por los traumas cerebrales); para ahogar su dolor. Las circunstancias se van complicando exponencialmente. Posee varias secuencias deportivas, que crean pequeños subidones de adrenalina en los que viven de lleno este relato. Con el fundido a negro, separa la historia por capítulos. Cada vez que están en el hospital o hablan del hijo de Jack, es una prueba de fortaleza y fuerza de voluntad para él. Ciertos detalles del guion son demasiado predecibles. Tiene un final feliz, reconciliador, familiar, amistoso, prospero, evolutivo, prometedor, esperanzador, transformador, sincero, directo, personal y bonito.
La interpretación de Ben Affleck es correcta, creíble, agradecida, verdadera y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Eliminando todo rastro de la anterior identidad y que la que hace no se vea afectada o alterada. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Ben Affleck, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador. Lo peligroso de este nivel de entrega a la hora de interpretar, es que, si no sabes deshacerte del personaje y volver a ser tu otra vez, puedes tener graves y serios problemas mentales y de identidad. Por eso recomiendan que los actores vayan muy a menuda al psicólogo: para evitar daños y problemas mentales y de identidad. Aunque le ha faltado un poco (casi nada) para llegar a ser magistral y ser una interpretación buenísima.
Hay un detalle que genera interés y cierta preocupación; si no tienes la información necesaria, no lo verás y lo pasarás totalmente por alto: Ben Affleck es ex-alcohólico, y está interpretando a un padre que ahoga su dolor en alcohol; tras la muerte de su hijo, cuando aún era pequeño y debe superar su adicción alcohol. Él supero su adicción al alcohol hace muchísimos años; por lo tanto, supones que lo que bebe en pantalla, no es realmente alcohol, pero cabe suponer, que, para él, este papel es duro y exige un esfuerzo personal extra.
El film te transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. No puedes culpar a todo el mundo de tus problemas, empieza a asumir y solucionar los tuyos propios. Cada persona supera el duelo a su manera y en el tiempo que le sea necesario. Nunca debes perder la esperanza, hay que seguir luchando, hasta conseguir lo que persigues. La familia es una de las cosas más importantes, valiosas, fuertes, preciosas y necesarias del Universo entero. Beber para ocultar e intentar hacer desaparecer los problemas (digo intentar, porque es imposible que desaparezcan bebiendo, solo hacen si los solucionas) es una decisión completamente errónea, aunque comprensible. No se huye de los problemas, se afrontan y solucionan. Todos tenemos problemas, algunos peores que los de otros. Ciertas oportunidades solo pasan una vez en toda la vida, por consiguiente, aprovéchalas cuando las tienes, porque si las dejas escapar, no las verás de nuevo, ni las podrás volver a coger. Todo gran cambio, empieza por dar un pequeño pero muy significativo paso. Si mantienes tu mente ocupada, te será más fácil evitar la tentación y determinados problemas. Escucha las señales que te da la vida porque son importantes. Para generar un cambio positivo y crecer como persona, en ciertas ocasiones, solo hay que escuchar a la persona adecuada.
Gavin O’Connor ha construido un guion técnico demasiado sistemático, esquemático y tradicional. Pero utiliza los primeros planos y detalles, para conducir y centrar la atención del espectador de algun modo u otro.
ASÍ ES COMO VEO YO THE WAY BACK:
MAKING OFF THE WAY BACK:
Nacho Miret
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