EL DÚO CÓMICO CLÁSICO - CRÍTICA EL GORDO Y EL FLACO

 

Stan & Ollie es un film con un guion cómico, gracioso, divertido, curioso, biográfico, es decir, que sucedió de verdad, personal, amistoso, revelador, veraz, sin filtros, atrayente, atrapante, burlesco, payaso, educativo, moralista y sutil. Recurre al humor chorra o absurdo (es lo mismo): Básicamente, se trata de hacer reír mediante chorradas y/o cosas absurdas, normalmente demasiado simples y cuotidianas; pero con un enfoque mucho más divertido y gracioso; en este caso es más payasil. Emplea el humor de la torpeza (únicamente se trata de enseñar lo torpe que es alguien, poniéndolo en simple y normales accidentes) para hacer reír al espectador de una forma muy eficaz. Utiliza los clásicos gags antiguos, simples, viscerales y en los que se burlan también, entre otras cosas, con una leve violencia inofensiva. La introducción te presenta de forma cómica, burlesca, personal, sincera y directa a Stan Laurel (Steve Coogan) y Oliver Hardy (John C. Reilly), para que veas el comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida de cada uno. También te deja demasiado claro, el tipo de película que será y cuál es su género dominante. Usa el fundido a/de negro, para hacer un salto temporal y separar la historia por capítulos. Justo después de la presentación, hace un salto temporal de dieciséis años hacia delante, para pasar a lo importante y al auténtico comienzo del relato (después de ponerte al día). Mediante los flashbacks, te cuenta y enseña, partes fundamentales de la historia, para comprender mucho mejor a los protagonistas y la relación que hay entre ellos, a la vez que entras en sus cabezas. Ciertos detalles del guion son demasiado predecibles. La situación se va poniendo progresivamente más interesante. Cada vez resulta más obvio, que Stan, está protegiendo a Oliver, al no decirle que el film sobre Robin Hood que iban a hacer, se ha cancelado, porque sabe cómo se pondrá y lo que pasará. Las circunstancias se van complicando exponencialmente. Como era de esperar, la verdad sale a la luz, junto con otros tipos de trapos sucios y rencores; además, sucede lo que se sabía que iba a pasar. Es demasiado evidente, que ciertos diálogos, están puestos en un determinado lugar muy específico, por una razón, aunque intenten disimularlo, fingiendo que no. Con la ensoñación de Stan, sobre la película de Robin Hood, te mete dentro de su cabeza, ves lo que siente y sus más profundos deseos. Tiene un final feliz, emotivo, precioso, artístico, esclarecedor, sincero, directo, amistoso, prospero, evolutivo, prometedor, esperanzador, reconciliador, transcendental, transformador y que te explica lo que les ocurrió a los auténticos protagonistas en la vida real.             

La interpretación de John C. Reilly y Steve Coogan es correcta, creíble, agradecida, verdadera y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tienen John C. Reilly y Steve Coogan, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.

Como de costumbre, han vuelto a traducir de forma incorrecta el título. En la versión original se titula: Stan & Ollie, que es el nombre de los dos protagonistas; pero en vez de eso y respetarlo, han decidido pasárselo por el forro y llamarla: El Gordo y el Flaco (aunque sean sus nombres artísticos, no tienen por qué cambiar la eleccion de nombres). Con esto simplemente lo único que consiguen es faltarle al respeto al trabajo del director y los guionistas por encontrar un título con el suficiente gancho, gracia, sentido y significado para resumir toda la película en pocas palabras sin desvelar nada y atraer al público. Se toman libertades innecesarias y asignan responsabilidades que no les corresponden. Si quieres traducir el título, antes de meter la pata hasta el fondo, déjalo como está, no lo traduzcas, no sería la primera vez que se hace: Taxi Driver, Tropic Thunder, Iron Man, Shame, Hancock, Cowboys & Aliens, Need for speed, Minority Report, Paul, Dallas Buyers Club, The Interview, Big Fish, Joy, Captain Fantastic, Prometheus, Alien Covenant, Up in the air, Don Verdean, Slumdog Millionare, Independece Day, Philadelphia, The Skeleton Twins, Warrior, Crazy Stupid Love, The Way Back y podría pasarme así durante días.

El film te transmite el mensaje de que uno no debe dejar que se aprovechen de uno mismo, hay que saber plantar cara, defenderse y marcar límites. Hay que saber perdonar para poder evolucionar y crecer como persona, pasando página. La amistad es una de las cosas más importantes, valiosas, fuertes, preciosas y necesarias en cualquier Galaxia. Los tiempos cambian, y hay que adaptarse o morir (metafóricamente). A veces, hay que hacer cosas, que no quieres/gusta, pero se deben hacer, para mejorar algo y, que vuelva avanzar, para funcionar bien o mejor. Todos tenemos secretos, algunos peores que los de otros. En determinadas ocasiones, se debe mentir para proteger a alguien. Hay tantos tipos de pareja como clases de personas en el mundo. El problema de hacer todo el tiempo, bromas, de peleas, es que cuando te peleas de verdad, la gente se cree que estás fingiendo y bromeando. La verdad tarde o temprano sale a la luz, si es necesario e importante lo hará. Las separaciones siempre son duras y difíciles.     

Jon S. Baird utiliza el plano secuencia, para mostrarte el lugar de una manera continua, a modo de visita guiada turística; salvo por este detalle, ha construido un guion técnico, bastante sistemático, esquemático y convencional.
 
 
NACHO STARS: 8
 
 
 
Nacho Miret
 
 
 

  

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