REVOLUCIÓN Y DERECHOS, FRENTE A BRUTALIDAD POLICIAL - CRÍTICA EL JUICIO DE LOS 7 DE CHICAGO
The Trial of the Chicago 7 es un film con un guion político, judicial, biográfico, veraz, sin filtros, cómico, duro, crítico, esclarecedor, gubernamental, reivindicador, curioso, educativo, moralista, corrupto, policial, sin censura, interesante, atrapante y revolucionario (de revolución). La introducción te presenta de forma sincera, directa, política, cercana y personal, a cada uno de los personajes principales, implicados en la trama; para que conozcas el comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida de cada uno de ellos. También te deja demasiado claro el tipo de película que será y cuál es su género dominante. El guion enlaza distintas conversaciones entre sí, tan diferentes, haciendo que un diálogo termine en la siguiente secuencia, de una manera totalmente distinta; lo cual provoca que sea más llamativo y atrayente. Te enseña la terrible, espantosa y vergonzosa brutalidad policial y el machismo, que existía en esa época. Pronto se muestran los límites, que marcaran este relato. Se delimitan claramente los bandos: buenos y malos. Quién está en que bando y por qué; además, tú solo debes elegir muy tempranamente, en cuál estas. Todo esto sirve para mostrar la trama del film. Posee pequeños toques, la gran mayoría aportados por el personaje de Sacha Baron Cohen; que resultan divertidos y graciosos, debido a que se mofan de una realidad, verdad y un suceso. Las circunstancias se van complicando exponencialmente. La continuidad espacio-temporal está muy marcada. La situación se pone progresivamente más interesantes y diferentemente emocionante. Ciertos detalles del guion son demasiado predecibles. Te cuenta pequeños detalles importantes, apoyándose mucho en la imagen. Cada vez resulta más que obvio, que el juez Julius Hoffman (Frank Langella) chochea, porque continuamente hace cosas sin sentido. Las mofas hacia él (el juez), referentes a que la cabeza no le funciona bien del todo; continúan sin parar. De forma inevitable, gracias a la estructura del guion, empatizas con los protagonistas: Los 7 de chicago. Las circunstancias se van enturbiando más gradualmente, según se va desarrollando la historia. Te enseña imágenes reales y secuencias de la película, de la increíblemente horrorosa brutalidad policial que hubo en el acontecimiento del que trata el relato. Con el fundido a/de negro separa la historia en dos capítulos. Tiene un final feliz, reconciliador, revelador, “Kharmico”, sincero, directo, aleccionador, prospero, evolutivo, prometedor, esperanzador, educativo, transformador, reivindicativo, critico, desafiante y que, con textos, te dice lo que les ocurre de verdad, a los auténticos protagonistas en la vida real, después de estos sucesos.
Hay un pequeño fallo de raccord: cerca del minuto treinta y dos, de repente, Abbie Hoffman (Sacha Baron Cohen), lleva una especie de cinta en el pelo, hace unos segundos no la llevaba, y en ningun momento se ha visto como se la ponía.
La interpretación de Joseph Gordon-Levitt y Eddie Redmayne es correcta, creíble, agradecida, verdadera y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tienen Joseph Gordon-Levitt y Eddie Redmayne, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.
El film te transmite el mensaje de que a veces es necesario marcar unos límites y saltarse algunas normas, para defender tus derechos. En determinadas ocasiones, existe gente, que no sabe lo que dice ni hace, cuando debido a su trabajo debería ser todo lo contrario. Algunas personas no tienen ninguna clase de filtro, y no pueden decir la verdad y lo que piensan constantemente. La corrupción está a la orden del día, se la puede encontrar incluso en los lugares más altos y protegidos del gobierno; es un virus peor que el COVID-19. Los malos siempre juegan sucio. Cuando alguien poderoso va a por ti, debes plantarle cara y echarle huevos de una forma ingeniosa. El gobierno, cree que el pueblo es su patio de recreo y las personas sus juguetes.
En determinados momentos, dudas y no entiendes, la elección de ciertos planos muy específicos, por parte de Aaron Sorkin. Además, ha construido un guion técnico demasiado sistemático, esquemático y convencional.
Nacho Stars: 7,2
Nacho Miret
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