JUEGOS RETORCIDOS


Game Night es un film con un guión interesante, divertido pero sin gracia, bastante extraño y complejo a su manera, enigmático de una forma distinta a la habitual. La introducción te presenta a Max (Jason Bateman) y Annie (Rachel McAdams) de manera “interesante”, un poco divertida e insinuantemente cómica. En una noche que como bien dice el título es de juegos. Un truco para que comprendas que son expertos en todo tipo de juegos, especialmente de mesa; además para que conozcas el día y la forma en la que se conocieron, que hizo que empezaran a salir. Tiene algunos chistes efectivos pero que son malos, porque ya están muy oídos; se han dicho tantas veces, que ya ha se han gastado y perdido la gracia por culpa de la repetición (es decir que este tampoco te hace reír). A medida que avanza el guión, los gags siguen sin hacer gracia: carecen de la suficiente potencia y fuerza para provocarte la risa. El único sketch que es gracioso de una manera muy limitada (para según qué personas), es el del mordedor para perros: porque es tan ridículo, chorra e infantilizado, que inevitablemente te ríes. Cuando conoces el esperado acontecimiento, queda resuelto des del principio que es real a su manera, es decir, que la supuesta gracia del guión (parte de ella), es que no se sepa si es verdad o no el presunto secuestro; la otra parte es que lo es, pero los personajes se creen que es un montaje. Pues bien, es demasiado evidente que es real, asi que se cargan el cincuenta por ciento de la gracia y pocos minutos después destrozan la otra mitad, eliminado por completo la parte cómica del guión y dejando claro que es algo bastante rebuscado. Algunas situaciones llegan a ser tan surrealistas que son absurdas y/o ridículas, pero no logran hacerte reír. Cuando conoces a Gary (Jesse Plemons), ves que es el típico vecino solitario, que vive solo, demasiado rarito en el sentido espeluznante, que te da muy mal rollo y al que evitas por estas simples razones; además en este caso se suma el hecho de que es policía.  De forma muy sutil y camuflada pero visible, el guión es como una especie de homenaje a los juegos de mesa llenos de acertijos al estilo cluedo, y a la películas de detectives (pero de una manera muy pobre). Antes de decirte si lo que va a pasar (lo que se ve en el tráiler) es real o un montaje, te presenta a varios sospechosos, para que ya empieces a maquinar diversas teorías de lo que podría suceder; es decir, el propio guión juega con tu menta y te cuenta cosas que podrían pasar o no. Usa el habitual recurso en este tipo de films, de crear falsas apariencias: hacerle creer al espectador que lo que está viendo es algo, cuando en realidad es otra muy diferente. Hace un cameo asombroso: de un actor mundialmente conocido por participar en la serie Dexter. Tiene un final repetitivo, idéntico al del inicio, totalmente neutral, aleccionador pero de forma inversa y un poco aburrido.

Hay un detalle que creo que ni los propios guionistas, directores y el diseñador de decorados no se han dado cuenta, además que si no te fijas bien, prestando la suficiente atención, no lo verás y lo pasarás completamente por alto: En la secuencia en la que todos se van a hacer una falsa Noche de Juegos en casa de Gary, cuando él se echa para atrás acomodándose perfectamente, dos objetos aparecen en el fondo señalándole directamente a una parte del cuerpo concretamente. Pues bien, al principio no tiene ningún sentido, pero al cabo de un buen rato se entiende, enlazando ambos sucesos (uno de ellos más “importante” que el otro). Este segundo detalle es algo que lo ocurre a Gary más adelante, que le hace “estar” muy cerca de la muerte.

La película te transmite el mensaje de que algunos individuos son unos capullos integrales que no aprenden nunca y otros son demasiado retorcidos internamente. Nunca quieras tener la vida de otra persona, aprende a apreciar la tuya, que es la mejor y si no te gusta cuídala y mejórala para bien. Hay que saber escuchar, porque puede ocurrir un trágico incidente de verdad. No se tienes que excluir a nadie. Algunos juegos no se deberían jugar nunca, porque son demasiado peligrosos. Todo el mundo tiene secretos, algunos peores que otros e incluso ilegales. Existe gente que son tan tramposas que hacen trampas en absolutamente todo, incluso en la vida; van por la vía rápida. En todas las familias existe la famosa rivalidad entre hermanos; en algunas se solucionan y en otras no.

John Francis Daley y Jonathan Goldstein utilizan  el típico truco de jugar con el zoom y el enfoque para llegar a conseguir el cautivador efecto que hace que todo lo que estás viendo parezca una maqueta; también usan la Steady Cam enganchada a objetos normales y corrientes, para aportarle cierto atractivo estético y algo de diferencia.




                                                                      Nacho Miret




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