AMOR CARCELARIO
Nada más empezar ya se nota que es un film de Glenn
Ficarra y John Requa porque no es la típica presentación de la historia y los
personajes a los que estamos acostumbrados a ver en las películas, cosa que
ellos se pueden permitir debido a su fama y sus obras maestras como Focus. Cuando dirigen y escriben un film
mejora aún más porque tienen el control completo de la historia y la manera de
contarla, esto es lo que ocurre en este caso al igual que en Focus. Convierten un lugar deprimente,
oscuro y triste como es una prisión en un sitio bonito, romántico y luminoso (totalmente lo opuesto) sin que olvides que es una cárcel. Es la firma de Glenn Ficarra y John Requa: llevar la
contraria, decir que las cosas no tienen por qué ser como todo el mundo dice
(la sociedad), les gusta romper las normas. Te muestran de una manera muy clara
que un ladrón, es un ladrón toda su vida inevitablemente. Uno no puede escapar
de su auténtica naturaleza; aunque finja ser alguien que no es, acabara
volviendo a sus viejas y malas costumbres.
El humor del guion reside en lo directos que son
algunos de los personajes, su manera de contar algunas cosas, el cambio drástico
de situación que aparte de aportar humor, te dice lo que está pensando el
personaje en ese momento, y el factor sorpresa
que te hace reír porque no esperas algo totalmente opuesto a lo que
pensabas que iba a suceder. La voz en
off de Steven Russell (Jim Carrey) ayuda
al guion a entender la historia y los sentimientos de Steven. Con los
flashbacks hacen que el espectador vea la historia des del punto de vista de
Steven, porque es el primero que aparece siempre en los flashbacks, otra manera
de decir que la trama de la historia se centra en él. En esta ocasión se puede
volver a ver una de las cualidades que
hacen atractivos los guiones y películas de Glenn Ficarra y John Requa aparte de romper con lo establecido: las
capas. Al igual que en Now You See Me 2
abundan las capas y hay que fijarse hasta en los más mínimos detalles porque te
dan pistas de lo que sucederá en el film, aquí sucede igual; Requa y Ficarra
tienden a ocultar parte de la información para luego contarte la historia
completa y que lo entiendas, sorprenderte tanto que te pille con la guardia
bajada que resulte atrayente para el espectador y al mismo tiempo aumentar el
estatus de la película aunque sea un poco. I
Love You Phillip Morris es una especie de homenaje a The Wolf of Wall Street en versión gay y con toques de Romeo y
Julieta (en este caso Romeo y Romeo), porque el concepto del guion se parece
bastante. Tiene un giro totalmente inesperado hacia el final, te pilla con los
pantalones bajados, nunca mejor dicho; al estilo Focus.
El montaje está prácticamente a la altura del guion porque
es completamente invisible cuando tiene que serlo, como por ejemplo: consigue
que no se note un corte justo en medio de un maravilloso plano secuencia,
aumentando al mismo tiempo la calidad de la película; y absolutamente visible
cuando la situación lo requiere para dramatizar o parodiar la situación un poco
más. Para las escenas sexuales gays usa el fuera de campo como censura, en
otros momentos, se puede ver la mitad del cuerpo de ambos personajes y el
movimiento del cuerpo, pero la parte donde ocurre toda la acción no se ve. Usa
el fuera de campo para que intuyas lo que está pasando de una manera muy fácil y
evidente.
Jim Carrey consigue unirse un grupo de actores muy
selectivo con un cambio de peso tan radical que hace que el corazón se te quede
en un puño y sufras por la salud del actor. Posiblemente llegando a superar a Christian
Bale (The Machinist, 2004), Matt
Damon (The Martian, 2015) y a Matthew
McConaughey (Dallas Buyers Club, 2013);
los tres actores con la pérdida de peso más bestia de la historia del cine.
Nacho Miret Vives
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