UNA MAQUINA MUY HUMANA
Des el principio el guion nos muestra a un oscuro y
malvado personaje con muchísimas capas que hacen que en ciertos momentos de la
película te confundas y no sepas si es que Nathan (Oscar Isaac) es oscuro,
siniestro y malvado, un genio de la tecnología juerguista tipo Tony Stark o simplemente
es un millonario excéntrico que se esconde tras sus riquezas y al cual le gusta
demostrar de lo que es capaz, provocando que sean tres personajes en uno. Lo
mismo sucede con el guion: Alex Garland juega con tu mente haciéndote creer
cosas que no son. Te cuenta una historia para que prestes atención en un sitio
concreto cuando en realidad le verdad no tiene nada que ver con lo que te ha
contado. Te oculta información y hasta que no llegues al final no entenderás la
película entera; aun así seguirás dándole vueltas al asunto cuando termine de
lo rebuscado que es el guion.
El film te muestra que jugar a ser Dios no trae nada
bueno, ya lo dejaron claro Project X,
la saga de Jurassic Park e incluso Alíen:
Resurrection. Pero al parecer el ser humano es el único animal que tropieza
más de dos veces con la misma piedra porque no aprenden que lo único que atraes
jugando a ser Dios es muerte y caos; demasiada responsabilidad para humano, hay
que prever y controlar demasiadas cosas que al final alguna u otra se acaba
escapando de la manos y provocando el caos.
Oscar Isaac ya a demostrador que se le da bien
interpretar a una gran variedad de personajes muy distintos; pongas donde lo
pongas sabrá adaptarse al personaje como una especie de camaleón, no digo que
sea ni bueno, ni malo, digo que es bueno adaptando su personaje a él para luego
ponerse mejor en la piel de su personaje, entendiéndole mejor, sintiendo sus
sentimientos (interioriza el personaje) y luego dependiendo si ha hecho bien o
no su trabajo camaleónico lo interpretara de una manera u otra que puede
resultar atractiva o poco creíble. Alicia Vikander ha
demostrado que sabe interpretar a personajes fríos, calculadores y
manipuladores. Haciéndote creer que es de una manera cuando en realidad es
totalmente lo opuesta; sabe interpretar a dos personajes a la vez.
Alex Garland lanza un mensaje muy rotundo y claro:
nunca hay que infravalorar el poder de la tecnología y la mente humana. Porque
a veces nuestra porpia mente puede jugarnos malas pasadas y crear “cosas” que luego
nos arrepentiremos. Aunque tu creas que as creado la “maquina” perfecta, si le das las herramientas para que
pueda decidir por ella misma dándole voluntad y personalidad: va a modificar su
propio diseño para hacerse más fuerte y superior en todos los sentidos.
La continuidad espacio-temporal
está demasiado marcada porque durante toda el film te va recordando en que sesión
estas para que no te pierdas, incluso cuando crees que las sesiones (son
sesiones típicas entre un psiquiatra y su paciente) han acabado seguirá marcándotelo.
Nacho Miret Vives
EXCELENTE película...aunque a mi modo de ver se podia haber sacado mucho mas provecho. Aun así es muy interesante y buena.
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