domingo, 3 de julio de 2016

NUNCA INFRAVALORES A UN EMPOLLON



El film te demuestra que inteligencia y astucia son dos conceptos totalmente distintos; se puede apreciar un duelo titánico entre ambas virtudes encarnadas en carne y hueso. Que siempre gana la inteligencia pese a que parezca todo perdido como dicen en el film y cito textualmente “Hay que tener en cuenta el cambio de variable”, el alumno supera al maestro. Incluso entre un tercer factor en juego que también esta encarnado en carne y hueso llamado Cole Williams (Laurence Fishburne) que es el Kharma: no puedes ir por el mundo aprovechándote de la gente y esperar salir impune, el Kharma se encarga de esto: recompensar a los buenos y castigar a los malos; como dicen en Carrie (2013, Kimberly Peirce) cito textualmente “cuando se provoca demasiado a una persona explota”, esto es lo que pasa en la película: Ben (Jim Sturgess) ha callado y soportado demasiado y decide vengarse de la única manera que sabe usando su inteligencia y las Matemáticas. 

El guion en cierta manera es parecido al de Ocean’s Eleven porque al final del film juega con la ocultación de información, aunque el montaje te induce en algunos momentos que llegues a sospechar que están tramando algo grande; Robert Luketic consigue meterte una sorpresa dentro de otra, porque cuando crees que ya se acaba la película que ya no le puede ir mejor o que a vuelta a estar como al principio te sorprende de una manera totalmente inesperada.

Robert Luketic se ha implicado tanto con el personaje de Ben que parece que sea él en el instituto, es decir, que le haya pasado algo parecido en su pasado, haciendo así que este film este inspirado en hecho reales. También te demuestra que incluso el empollón  puede conseguir a la chica más guapa de la clase, que uno no tiene que dejarse llevar por la etiquetas, ese es el gran error que causa la falta de autoestima y que no se arriesgue.

Entre Robert Luketic y la interpretación de Kevin Spacey consiguen mostrarte a un antagonista protegido por una coraza para no sufrir daño alguno lleno de soberbia y maldad, pero que detrás de esa coraza oscura y malvada se esconde un hombre adulto tan cobarde y miedica que sería capaz de vender a su propia familia para salvarse el pellejo, que las apariencias engañan, que una persona puede parecer la más segura de mundo pero realidad ser la más insegura; y eso es gracias a la compenetración entre director y actor.

Nunca debes subestimar a un cerebrito porque puede sorprenderte y hacer que la historia gire radicalmente obteniendo así el control consiguiendo que la vida del antagonista este en sus manos.




                                                                                    Nacho Miret Vives



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