NUNCA INFRAVALORES A UN EMPOLLON
El film te demuestra que inteligencia y astucia son
dos conceptos totalmente distintos; se puede apreciar un duelo titánico entre
ambas virtudes encarnadas en carne y hueso. Que siempre gana la inteligencia
pese a que parezca todo perdido como dicen en el film y cito textualmente “Hay
que tener en cuenta el cambio de variable”, el alumno supera al maestro.
Incluso entre un tercer factor en juego que también esta encarnado en carne y
hueso llamado Cole Williams (Laurence Fishburne) que es el Kharma: no puedes ir
por el mundo aprovechándote de la gente y esperar salir impune, el Kharma se
encarga de esto: recompensar a los buenos y castigar a los malos; como dicen en
Carrie (2013, Kimberly Peirce) cito
textualmente “cuando se provoca demasiado a una persona explota”, esto es lo
que pasa en la película: Ben (Jim Sturgess) ha callado y soportado demasiado y
decide vengarse de la única manera que sabe usando su inteligencia y las
Matemáticas.
El guion en cierta manera es parecido al de Ocean’s Eleven porque al final del film
juega con la ocultación de información, aunque el montaje te induce en algunos
momentos que llegues a sospechar que están tramando algo grande; Robert Luketic
consigue meterte una sorpresa dentro de otra, porque cuando crees que ya se
acaba la película que ya no le puede ir mejor o que a vuelta a estar como al
principio te sorprende de una manera totalmente inesperada.
Robert Luketic se ha implicado tanto con el
personaje de Ben que parece que sea él en el instituto, es decir, que le haya
pasado algo parecido en su pasado, haciendo así que este film este inspirado en
hecho reales. También te demuestra que incluso el empollón puede conseguir a la chica más guapa de la
clase, que uno no tiene que dejarse llevar por la etiquetas, ese es el gran
error que causa la falta de autoestima y que no se arriesgue.
Entre Robert Luketic y la interpretación de Kevin
Spacey consiguen mostrarte a un antagonista protegido por una coraza para no
sufrir daño alguno lleno de soberbia y maldad, pero que detrás de esa coraza
oscura y malvada se esconde un hombre adulto tan cobarde y miedica que sería
capaz de vender a su propia familia para salvarse el pellejo, que las
apariencias engañan, que una persona puede parecer la más segura de mundo pero
realidad ser la más insegura; y eso es gracias a la compenetración entre
director y actor.
Nunca debes subestimar a un cerebrito porque puede
sorprenderte y hacer que la historia gire radicalmente obteniendo así el
control consiguiendo que la vida del antagonista este en sus manos.
Nacho Miret Vives
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