UN HOMBRE LOBO MÁS HUMANO - CRÍTICA WOLF MAN


 Wolf Man es un film personal, trepidante, oscuro, inquietante, inmersivo, sorprendente, intenso, sincero, directo, sin censura, distinto y con un mensaje familiar. La premisa del guion es sencilla pero potente y tremendamente personal y con un aire innovador, ya que presentan la licantropía como una enfermedad, no como estamos acostumbrados; por consiguiente, aporta una perspectiva diferente a la historia repetida, y esto es algo que siempre he dicho y dire: Hay que innovar a la hora de contar una historia vieja. La ejecución de la narrativa y la puesta en escena es magistral, por el mero hecho de cómo nos muestran el punto de vista de la presa y el depredador al mismo tiempo, y así podemos vivir toda la transformación a hombre lobo, desde el interior de la mente de una víctima infectada con el virus de la licantropía. Además, logra que te involucres tanto mental como emocionalmente, desde el primer minuto, y para nada es trabajo fácil conseguirlo, te lo garantizo. Y con todo esto consigue reforzar la inmersión y la empatización. Usa el fundido a negro para separar la historia en dos capítulos y etapas de la vida, haciendo un salto temporal de trece años entre medias. La hibridación de géneros es magnífica, con una transición impecable, que fusiona a la perfección: Drama, Suspense, Thriller Oscuro, Tragedia, Ciencia Ficción y Gore. El ritmo es pasivo-agresivo, pero a medida que va avanzando el relato, va creciendo exponencialmente mientras se va adaptando a cada secuencia, cubriendo sus necesidades, para poder ser progresivamente más intenso.

La interpretación de Christopher Abbott es brutal, como ha sabido captar a la perfección esa lucha interna entre su parte salvaje y su lado humano, para proteger lo que más ama su personaje, haciéndolo con la ausencia de palabras. Julia Garner lo sigue muy de cerca.

Usaron como referencia An American Werewolf y The Invisible Man. Enfocaron la licantropía como una enfermedad degenerativa. Intentaron reducir la huella de carbono al máximo, es decir, se preocuparon por el medio ambiente. No hay nada de CGI, todo son prótesis y efectos prácticos. En el guion, el director y el guionista, han reflejado experiencias personales reales.

Leigh Whannell ha creado un guion técnico diferente, inmersivo, que fortalece la empatización e inmersión, aparte de ser uno de los pocos que consta del plano cenital (vertical, enfocando al suelo) y el nadir (vertical, enfocando al cielo). La dirección de actores es espectacular y con una simbiosis perfecta.

En resumen, si quieres ver una película de hombres lobo diferentes y más íntima, te recomiendo Wolf Man.    



Nacho Stars: 8,2



Nacho Miret




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