The Equalizer 3 es un film criminal, justiciero, vertiginoso, activo, moralista, sincero, directo, aleccionador, divertida, sin censura, intenso, personal, cercano, íntimo, fiel e inmersivo. La premisa del guion es prácticamente idéntica a la de la primera entrega, pero, es de esos casos en los que hay que ser paciente y observador, porque es bastante parecida, sí, salvo que en esta ocasión es una versión más potente, letal y moderna; además que va mejorando según avanza el relato. Utiliza el fundido a negro y desde negro a modo de elipsis temporal y al mismo tiempo, separar la historia por capítulos. La ejecución de la narrativa y la puesta en escena es ambigua (por lo que mencionado anteriormente), pero personal, contundente y eficaz, porque esta vez nos muestra a un Robert McCall (Denzel Washington) más humano, más sentimental; lo cual va a provocar y asegurar que te involucres tanto mental como emocionalmente. Llegando a odiar fuertemente a dos de los personajes y alegrarte por su...
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